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Protección ante posibles fuegos forestales

El temor a incendios dispara los expedientes por la proximidad de maleza a las casas en O Salnés

Los concellos reciben la mayor parte de las denuncias con la llegada del calor, cuando los vecinos advierten abiertamente sobre la falta de limpieza de fincas dentro del perímetro de protección que marca la legislación

Maleza acumulada en plena avenida da Ponte de A Illa en una zona próxima a viviendas. // Rafa Vázquez

La proliferación de incendios devastadores como el que sufrió Rianxo hace apenas un mes, en el que muchas viviendas estuvieron a punto de desaparecer consumidas por las llamas, ha provocado una importante concienciación vecinal sobre la necesidad de mantener limpios los espacios forestales más próximos a las casas. De esa concienciación dan fe los técnicos de la mayor parte de los concellos de O Salnés, en los que la llegada del calor y el inicio de la temporada de incendios desata una oleada de quejas vecinales que culmina con la apertura de expedientes a todos aquellos propietarios que, antes del 31 de mayo, no limpien sus fincas de manera voluntaria. Esa maleza debe retirarse en un perímetro de 50 metros de las viviendas, pero también en los 15 que bordean un cauce fluvial o en los 10 de carreteras y viales entre otros.

Son conscientes de esta situación en Vilanova de Arousa, donde en los cinco primeros meses del año tan solo han cursado una veintena de quejas a este respecto, cifra que se disparará hasta los ochenta en las próximas semanas, tal y como ocurrió en 2018.

En A Illa, municipio con unas características diferentes a Vilanova también se mueven en cifras muy similares, con 25 expedientes abiertos, que acabarán siendo unos 70 a finales del verano. Otros municipios como Meis, Cambados o Ribadumia también ven como el número de quejas que se presentan en el Concello se incrementa de manera exponencial a medida que se acerca el verano.

Una vez presentada la queja en el Concello, es la Policía Local la que comprueba si es cierto que esas fincas se encuentran en estado de abandono. De confirmarse, se abre el expediente sancionador y se le comunica al infractor la necesidad de acometer tareas de limpieza, otorgándosele un plazo de quince días. Si no se cumple con el requerimiento enviado por el Concello, es este el que da el paso de limpiar la finca y el propietario no solo se expone a abonar el coste de la actuación, sino también a una sanción económica, interpuesta por la Consellería de Medio Rural, que oscila entre los 300 euros por infracción leve hasta los 1.000 por una grave, es decir, cuando existe reiteración en la actitud del dueño en no retirar la maleza.

Luis Arosa, edil de A Illa reconoce que "a medida que se acerca el verano, los vecinos se muestran más preocupados por la proximidad de la maleza, ya que se convierte en una amenaza para sus viviendas en caso de que se inicie un fuego en ellas". Lejos de lo que se podría pensar, en lugares como Vilanova, A Illa, Ribadumia o Meis, los problemas con la maleza próxima a las viviendas no se circunscribe a zonas del rural, sino que también se extiende "a parcelas que se encuentran en pleno casco urbano, al ser abandonadas por sus propietarios por improductivas o por muchos otros motivos".

David Castro, alcalde de Ribadumia, reconoce que "tenemos comunicaciones de los vecinos a lo largo de todo el año, pero sí es cierto que, a partir de mayo, el número de quejas se incrementa de manera importante". Castro apunta que "no podemos dejar que, en el perímetro de los 50 metros de las casas se acumule la maleza, y la verdad, es que la inmensa mayoría de los propietarios a los que requerimos para que procedan a la limpieza, cumplen casi siempre dentro de los plazos marcados". En caso de que "eso no ocurriese, nosotros acometeríamos la limpieza y le acabaríamos pasando los cargos".

En Meis, otro municipio en el que se acumulan un buen número de expedientes, José Luis Pérez insiste en que "nos centramos sobre todo en las inmediaciones de los núcleos, porque no queremos que puedan verse afectados por las llamas, pero también emplazamos a que los montes se mantengan lo más limpios posibles". El municipio fue uno de los más afectados de las oleadas de incendios que se vivieron en el verano de 2006 y en octubre de 2017, y eso "nos concienció sobre la necesidad de que las fincas deben estar lo más limpias y cuidadas posible".

En Vilanova se le remite a todos los propietarios a los que se les abre expediente, una carta en la que Gonzalo Durán les ruega implicación en la reducción de la biomasa forestal para frenar la proliferación de incendios. Junto a esa misiva, el Concello envía un tríptico en el que se explican todas las distancias y las sanciones a las que se enfrentan aquellos que decidan ignorar el aviso.

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