Los concellos no siempre localizan a los propietarios de las fincas, bien por figurar "desconocido" en el Catastro, o bien porque se encuentra a nombre de una persona fallecida cuyos herederos no siempre son fáciles de localizar. Es por ello que en Ribadumia se aprobó una normativa que abre la puerta a la expropiación. Para que esos terrenos acaben en manos municipales tendría que acumularse una deuda por las sucesivas limpiezas efectuadas por el Concello superior al valor catastral de la finca.
David Castro, alcalde de Ribadumia, reconoce que "afortunadamente, nos hemos encontrado con muy pocas situaciones de este tipo, una o dos fincas en las que es imposible identificar a los propietarios". Por el momento, tan solo han pasado dos veranos y "esas fincas no han acumulado deudas superiores a su valor catastral, pero no dudaremos en expropiarlas si, con el paso del tiempo, se siguen sumando deudas por su limpieza".
Los problemas de identificación de fincas no son exclusivos de Ribadumia, sino que se extienden por todos los municipios. En A Illa también se han encontrado problemas para identificar a los propietarios de fincas, por lo que, si tras tratar de localizarlos, no lo consiguen, acostumbran a pasar ellos la maquinaria para cumplir la normativa que marca la Consellería de Medio Rural desde el pasado año.
