- ¿Qué papel juega la autocrítica en algo tan introspectivo como es plasmar en escritura y en pintura?

- Supongo que todos tendremos que ser autocríticos en todo lo que hacemos. Tienes que limar las cosas y darle vueltas para que a ti te satisfagan. En pintura es otra dimensión y en poesía siempre tratas de buscar ciertos caminos. Lo leído siempre ayuda a aclarar más la manera en la que escribir.

- ¿Usted también es de los que piensa que no existe la obra perfecta?

- Está claro. El ejemplo es que un poema cuando más lo quieres retocar lo acabas estropeando. Por eso es bueno llevarlo a la editorial cuanto antes.

- ¿En el apartado de influencias tiene alguna reconocible?

-Hay tantas que algunas pasan y otras se quedan. Cada vez te puedo decir que tengo menos. Te vas despegando de muchas cosas y no me veo con una influencia concreta sinceramente. Siempre terminas bebiendo de muchas cosas, pero cada vez me aparto un poco más de eso. Me gusta dejar fluir sin un parámetro establecido porque es donde me encuentro cada vez más cómodo.