El PSOE de Vilagarcía cerró anoche la campaña dándose un baño de masas en los jardines de Ravella. Pese al viento y a las frescas temperaturas, Alberto Varela logró una importante afluencia de vecinos en su mitin central, respaldado por el secretario xeral de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, y el candidato por Pontevedra en las europeas, el lalinense Nicolás González Casares.
La portavoz del gobierno municipal, Tania García, fue la primera en tomar la palabra. Y lo hizo para elogiar a Varela y arremeter contra sus contrincantes políticos. Hizo alusión al desconocimiento de la candidata de Marea da Vila sobre la historia de Cortegada o a la intención del PP de "levantar un hotel de 23 plantas" en la fachada marítima. "Y no lo vamos a consentir", aseguró, logrando el aplauso del público. No pasó por alto García que el PP "nos niega el uso de la Comandancia para el nuevo centro de salud. ¿Y quién usa la Comandancia? Las arañas", criticó.
Le tomó el relevo Nicolás González Casares, quien ensalzó "el equipazo" de gobierno que tiene Vilagarcía. El propio alcalde y candidato a revalidar la Alcaldía, Alberto Varela, también se refirió en su intervención -la cual cerró un mitin de una hora- a cada uno de sus concejales, destacando la gestión de cara área. "Yo soy el más flojo de todos ellos", admitió.
El aspirante a entrar en el Parlamento Europeo fue el único que se atrevió a pedir el voto para que Varela "tenga mayoría absoluta y pueda gobernar con total tranquilidad" porque "ese es el voto útil, el voto socialista".
Por su parte, el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, realizó una alocución más larga. Recordó los buenos resultados para su partido el 28-A, pues ganó en Galicia por primera vez en la historia, e insistió en que la socialista "es la mejor barrera de contención frente a la derecha y la ultraderecha", por lo que pidió "una movilización masiva ese domingo" para votar a "un alcalde de referencia para toda Galicia", con "vocación de servicio público y sensibilidad social".
Varela mencionó la Vilagarcía "crispada" que se encontró en 2015 y el cambio que ha dado la ciudad, con más espacios "para las personas". Se mostró "orgulloso" de su partido, el "único que no cambió de siglas", pues "parece que todos los demás se avergüenzan de su nombre". "Soy padre y lo mejor que se puede dejar a un hijo es un porvenir, unos estudios", dijo en alusión a su plan de becas universitarias.
