En los primeros meses de 2017 el mercado inmobiliario en Vilagarcía emprendía el camino de la recuperación con un incremento de la compraventa de viviendas del 50% en relación al ejercicio anterior. Pero esta situación fue muy efímera. Los precios comenzaron a subir, y las ventas, consecuentemente, cayeron en picado. De hecho si en 2017 se realizaron en la capital arousana 335 transacciones, en 2018 solamente fueron 273, es decir, un 18,5% menos.
Y es que los precios continuaron escalando. Según los datos oficiales que maneja el Ministerio de Fomento, entre enero y marzo de 2019 el metro cuadrado en Vilagarcía se situó en 891,9 euros, valor resultante de la media del valor de las 81 viviendas tasadas, la mayoría de ellas de segunda mano. Este precio es el más elevado de los últimos seis años, pues hay que remontarse hasta el inicio de 2012 para encontrar un importe mayor: 1.095,9 euros en el primer trimestre.
Haciendo un análisis del precio de la vivienda en Vilagarcía a lo largo de los últimos quince años (siempre comparando el mismo periodo, enero-marzo), se observa que los desorbitados precios en la época de burbuja inmobiliaria tocaron techo en 2008, con 1.329 euros el metro cuadrado. Estalló la crisis económica y los precios fueron descendiendo, aunque en el caso de la capital arousana, de forma paulatina. Prueba de ello es que en base a la información de Fomento, en el primer trimestre de 2009 el metro cuadrado apenas bajó 25 euros con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, a las puertas de la crisis. Esos 1.305 euros se convirtieron en 2010 en 1.137, en 2011 en 1.074 y en 2012 en 1.095. A partir de ahí los precios se desplomaron por debajo de los mil euros, hasta alcanzar los 812 de los primeros meses de 2017.
Fue en el arranque de 2018 cuando la tendencia comenzó a invertirse, al encarecerse la vivienda en más de 50 euros el metro cuadrado, pasando de 812 euros a 867. Este alza de los precios supuso un frenazo a las ventas.
Y parece que esta parálisis permanece a día de hoy en el sector. Los precios siguen subiendo y hay muy poca oferta. El agente inmobiliario Avelino Barreiro, resalta que en Vilagarcía "llevamos doce años sin hacer obra nueva, en alusión a edificios de nueva planta, pues casas y rehabilitaciones de inmuebles sí que se han llevado a cabo.
La ausencia de obra nueva en un periodo de más de una década ha supuesto que "una generación no ha tenido oportunidad de comprar un piso a estrenar", lamenta Barreiro. Y teniendo en cuenta que el alquiler en la ciudad está muy caro porque la oferta de viviendas en condiciones también es muy escasa, pueden conseguirse hipotecas con una cuota similar a la de una mensualidad de arrendamiento.
Las inmobiliarias coinciden en que hay demanda de potenciales clientes interesados en comprar una vivienda nueva o seminueva, pero no hay mucho que ofrecerles.
Por ello ya son varias empresas las que proyectan nuevas promociones, como por ejemplo en el entorno del Bosque de Desamparados o de Fexdega, si bien por el momento ninguna ha salido adelante.
