La grovense Laura Aguín compatibiliza su formación en el taller de hostelería de O Grove con un trabajo de camarera en un hotel. Y está encantada con sus condiciones laborales. "Yo trabajo ocho horas en horario continuo de mañana, y tengo un día y medio libre a la semana. Además, el contrato coincide con lo que trabajo".

Sin embargo, afirma que no todo le fue tan bien en el pasado. "He tenido empleos con condiciones muy malas. Hace un par de años trabajaba de lunes a lunes, entraba a las 12 del mediodía y no salía hasta las dos o las tres de la mañana. Y todo eso por 720 euros al mes".

Aguín cree que cada vez hay menos establecimientos de hostelería que ofrecen unas condiciones laborales tan duras, pero que "hace tres o cuatro años había muchos, porque la gente necesitaba el trabajo y se agarraba a lo que hubiese". "Lo llevaba fatal. Me hincharon los pies de pasar tiempo trabajando, y ni siquiera pude guardar el reposo que me mandó el médico", recuerda la grovense de aquella experiencia.