1.500 euros de ayuda
El Concello de O Grove ofrece desde esta semana una línea de subvenciones de la Xunta de Galicia para favorecer la contratación de los alumnos de las escuelas obradoiro. Se trata de una ayuda a las empresas de hasta 1.500 euros para los gastos derivados de la Seguridad Social del trabajador.
Las condiciones laborales han sido siempre el gran caballo de batalla de la hostelería arousana. Las jornadas interminables o las largas temporadas sin librar ningún día han teñido al sector de un aura negra que hace que cada vez les resulte más complicado encontrar personal. Y más si buscan trabajadores formados en el oficio.
El Ayuntamiento de O Grove puso en marcha este curso un taller de empleo sobre hostelería, y de sus 20 alumnos, 19 ya tienen contratos de trabajo o empleos apalabrados para el verano. "Solo hay una alumna que no va a trabajar, y es porque está embarazada", explica la directora del centro, Ana Belén Ballesteros. "Y si tuviésemos otros 40 alumnos, también los tendríamos trabajando. Los hosteleros están muy necesitados de personal formado", añade.
Pero los alumnos de la escuela de hostelería de O Grove no solo han encontrado empleo, sino que también han podido elegir donde van a trabajar. El hecho de que la escuela recibiese más demandas que el número de alumnos disponibles, hizo que estos pudiesen seleccionar las mejores. "Lo que más valora el personal es tener jornada continua, y lo segundo es disponer al menos de un día libre a la semana. Las empresas que ofrecían dos días libres a la semana consiguieron todas el personal que necesitaban", añade Belén Ballesteros.
Así las cosas, el sector se está viendo en la tesitura de mejorar las condiciones que ofertan a sus trabajadores para poder formar sus plantillas. Aunque el proceso es lento, y todavía son muchos los que permanecen anclados al pasado. "Un porcentaje importante de los negocios que nos llaman preguntando por nuestros alumnos no dan día libre en verano, sino que lo pagan", prosigue Ballesteros. Esta opción es menos atractiva para los trabajadores formados, y ninguna de estas empresas pudo contratar a los alumnos del "obradoiro" meco.
El vicepresidente de la asociación de empresarios de O Grove, Emgrobes, y dueño de un restaurante, José Manuel González Benavides, afirma que "los hosteleros se han dado cuenta de que si no tratan bien a sus empleados no le van a trabajar bien o no le van a aguantar".
A modo de ejemplo, cuenta que él ofrece a sus trabajadores un día libre semanal, y jornadas de nueve horas, pero de las cuales hora y media son para que coman y cenen en el propio restaurante. Para poder atender todos los tramos horarios, hace turnos escalonados y rotatorios. No obstante, Benavides plantea que el sector de la hostelería tiene ciertas particularidades que dificultan que las condiciones laborales del personal cambien 180 grados de la noche a la mañana. "Nosotros no podemos ofrecer las condiciones de las grandes empresas porque no podemos cobrar el café a tres euros, como ellos sí hacen".
"Hay que pensar que los dueños de los hoteles y los restaurantes somos autónomos, y que cada día gastamos cientos de euros en nuestros empleados, entre el sueldo, el gasto de la Seguridad Social y las comidas. Nosotros dependemos de los clientes, del tiempo, de las épocas del año en que hay más gente y de los puentes", prosigue José González Benavides.
Por añadidura, este verano es especial, debido a la norma sobre el control horario. Benavides sostiene que hay una gran incertidumbre en el sector, de ahí que Emgrobes vaya a celebrar el 4 de junio una jornada sobre el nuevo reglamento. "Queremos que alguien nos explique exactamente cómo se va a aplicar la norma, porque tenemos muchísimas dudas. Por ejemplo, ¿computa como horario de trabajo el tiempo durante el cual los empleados están comiendo o cenando en los establecimientos?".
