La Vía Verde do Salnés, la primera íntegramente en Galicia, que unirá por una senda los municipios de Portas, Caldas y Vilagarcía está más cerca de ser una realidad. La maquinaria de Tragsa, la empresa concesionaria, inició ayer los trabajos para reconvertir la antigua línea de ferrocarril entre los tres concellos en una ruta de senderismo. Lo hace con la financiación de la Diputación y de los tres concellos, a la espera de la aportación comprometida en su día por la Xunta, aún en el aire, y que podría afectar a la unión del tramo entre Portas y Caldas a través del puente de ferrocarril.

En total serán 9,5 kilómetros de Vía Verde la que se abrirá en la ruta que aprovecha las viejas vías de tren, ahora en desuso de la línea Redondela a Santiago con un tramo en Caldas de 5 kilómetros; en Portas, de 2,5; y en Vilagarcía de 2. El gobierno provincial aporta 200.000 euros, mientras que los tres Concellos aportan otros 156.000 (Vilagarcía 84.000 euros, Caldas unos 53.600 y Portas unos 18.300). Contará con un amplio ancho para que convivan en personas y a pie y ciclistas en una calzada que estará cubierta con zahorra y contará con mobiliario como bancos.

Los trabajos comenzaron mediante desbroces en Vilagarcía y Caldas. El alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, visitaba ayer el inicio de las obras destacando que se trata de una infraestructura "muy deseada" por parte de los tres Concellos, al abrir una "alternativa para ocio, el turismo y poniendo en valor nuestro patrimonio natural".

Rey también criticó la falta de aportación al proyecto por parte de la Xunta que en su día pasaba por una cuantía de 200.000 euros y cuyo retraso en la firma del convenio, llevó a que los Concellos y la Diputación firmasen un acuerdo de colaboración sin la administración autonómica, que en ese mismo día rebajaba su intención de rebajar su contribución económica a la Vía Verde a entre 160.000 o 170.000 euros. Este nuevo acuerdo con Santiago no se llegó a firmar por lo que los gobiernos locales y el provincial decidieron no demorar más un proyecto que auguran que tendrá un impacto socialeconómico en la comarca.

Con la falta de la aportación de la Xunta, queda en el aire la dotación de mobiliario y la reparación del puente de hierro que une Portas y Caldas sobre el Umia, la parte que correspondería a la Xunta de Galicia.

"La demora de la Xunta en su aportación a un proyecto que estaba ya comprometido es injustificable salvo que sea por motivos políticos. Nos gustaría que contribuyese con fondos para arreglar un puente entre Caldas y Portas que es emblemático", afirmó el regidor de Caldas. Según Rey, la falta de la restauración del puente "afectaría sobre todo a Portas", al no poder completar como estaba previsto por el mismo la Vía Verde do Salnés.