La efectos de los gamberros han ido en contra en esta ocasión del sector religioso. Concretamente, el templo atacado en esta ocasión es la iglesia vilagarciana de los Padres Claretianos ubicada en la avenida de Rosalía de Castro.

La puerta principal de acceso a la iglesia amaneció con un 666 pintado en color azul y bien visible. Cabe señalar al respecto que este número es conocido por ser el que hace referencia al diablo en las lecturas del Nuevo Testamento.

Cabe recordar que esta iglesia cesó en su actividad en septiembre de 2017 por la falta de feligreses y el excesivo coste que implicaba su mantenimiento. Además, en su soportal, ahora tapado con la puerta metálica en la que se ha grabado el 666, hacían noche en muchas ocasiones los sintecho. La iglesia fue construida en la segunda mitad de los años treinta del pasado siglo, aunque la presencia de la congregación de los Claretianos en Vilagarcía data de al menos diez años antes.