Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La prevención del fuego en O Salnés

La burocracia condena a las comunidades de montes a limpiar en plena época de incendios

Comuneros de Arousa explican que la Xunta todavía no ha resuelto las ayudas de 2019 -El secretario de András se queja de que "después las empresas no dan abasto" -Vilagarcía deja hacer antes los trabajos

Noé Parga

Los trabajos de limpieza y desbroce de pistas, el acondicionamiento de los cortafuegos y los rareos de arbolado son fundamentales para prevenir los incendios forestales o para que, si se producen, sean menos devastadores. Y lo ideal sería ejecutarlos en primavera. Pero las comunidades de montes de O Salnés tendrán que hacerlos un año más en pleno verano por la lentitud de la burocracia. Y es que la Consellería do Medio Rural todavía no ha resuelto, ni siquiera inicialmente, la orden de ayudas económicas que tiene para que las comunidades limpien el monte. Y mientras no les lleguen las resoluciones definitivas, los comuneros se ven de manos atadas.

José Luis Tourís, que es secretario de la comunidad de András (Vilanova), resume el sentir del sector. "La opinión de las comunidades de montes es que la convocatoria de estas ayudas tendría que hacerse antes, o si eso no puede ser, tendrían que resolverse más pronto". Porque en su opinión, las actuaciones de prevención deberían estar terminadas como muy tarde a finales de mayo o principios de junio, pero en la práctica en este 2019 será difícil que las comunidades puedan empezar a trabajar antes de julio. Para entonces, si el tiempo es seco y cálido en Galicia, el monte ya estará en situación de riesgo.

Desde una asesoría explican que la Consellería do Medio Rural convoca dos líneas de ayuda para que las comunidades de montes hagan labores de prevención en sus territorios. Una es para trabajos silvícolas, e incluye desde podas a rareos, pasando por la retirada y triturado de restos de madera o los desbroces. La tramitación de estas ayudas este año va relativamente rápida, hasta el extremo de que la Xunta ya ha requerido más documentación a algunos solicitantes. Pero, paradójicamente, es la que menos urge a los propietarios del monte, "porque normalmente las podas no se hacen hasta noviembre, y la Xunta da de plazo hasta marzo del año siguiente para justificar la subvención", explican en la citada asesoría.

La tramitación de la orden que sí está pensada específicamente para prevención va en cambio más atascada. El proceso establece que la convocatoria se hace a principios de año, y después de que las comunidades solicitan su adhesión, la Xunta resuelve inicialmente si la concede o no. Desde ese momento, los comuneros tienen de plazo diez días para presentar una documentación complementaria que se les exige, y aproximadamente un mes o mes y medio después, la Xunta concede la ayuda de forma definitiva. Es en ese momento cuando las comunidades pueden llamar a una empresa y encargarles el trabajo. Pero este año el proceso va tan retrasado que las comunidades de O Salnés ni siquiera han recibido todavía la primera resolución provisional.

Tourís se queja de que el actual escenario no es adecuado. "Esta primavera ha llovido algo, pero otros años en mayo ya estábamos en pleno verano, así que las ayudas para limpieza tienen que estar aprobadas mucho antes". "Otro problema con el que nos encontramos es que las empresas que hacen este tipo de trabajos se encuentran de repente con que todas las comunidades les llamamos. Se ven con todos los encargos juntos, y no dan abasto".

El caso de Vilagarcía

El Ayuntamiento de Vilagarcía es el único de O Salnés que da ayudas económicas directas a las comunidades para prevención de incendios y la puesta al día del monte. La burocracia también aquí va a su ritmo (acaban de pagarse las subvenciones por las obras de 2018), pero hay una particularidad: el Ayuntamiento deja hacer antes los trabajos y justificarlos después. Con este sistema, las comunidades llevan a cabo sus proyectos, sabedoras de que tarde o temprano cobrarán lo ya acordado. "Si no nos dejasen hacerlo así iríamos siempre muy justos de tiempo", apunta Ramón Bueno, presidente de la Mancomunidade de Vilagarcía.

Compartir el artículo

stats