Los vecinos de A Illa acostumbran a ser conscientes de la necesidad de preservar el entorno que les rodea. No en vano, les va su sustento en ello, algo que ha servido para que, desde el pequeño municipio arousano se implementasen programas como el compostaje o el Aliens Invasion. Esa concienciación social sobre la necesidad de preservar el medio ambiente también se inculca en los centros escolares, como es el instituto de A Illa.

Alumnas de este centro y su profesora, Sonia González, participaron la pasada semana en un seminario enmarcado en el programa europeo CleanAtlantic, una iniciativa que sirve para realizar un seguimiento de la contaminación marina. Jóvenes de tercero de ESO, explicaron ante una pléyade de científicos su labor a la hora de controlar 39 de las 82 playas que forman el litoral de A Illa de Arousa.

Antes de llegar a esta exposición ante la comunidad científica, el IES viene destacando desde hace años por la gran cantidad de iniciativas tendentes a preservar el medio ambiente y a acabar con la contaminación. Cuestiones como limpiezas en Carreirón o reforestaciones en diferentes puntos del municipio con árboles autóctonos criados en su pequeño huerto han sido una constante.

Esa ingente actividad fue lo que llamó la atención del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) que invitó al centro a participar en el programa "CleanAtlantic. La lucha contra la basura marina en el Espacio Atlántico". El curso elegido fue el de tercero de ESO que, con la profesora Sonia González a la cabeza, comenzaron a controlar las playas, asignándosele una a cada alumno.

Los jóvenes debían realizar un control de toda la basura que llegaba a la playa que controlaban, retirarla si era posible, y sobre todo, atender a un factor muy importante: la presencia de palillos de batea, unos elementos de plástico que se utilizan en los parques de cultivo de mejillón de forma masiva. El por qué de este control responde a que "los técnicos del Intecmar estaban interesados en conocer cuales son las dinámicas con las que se mueve la basura por las aguas de la ría de Arousa; para ello, A Illa es el lugar adecuado para estudiarlo, ya que todo acaba en alguna de sus playas, mientras que los palillos de batea, por su flotabilidad, también sirven de indicativo para ver como funcionan las mareas". La elección de los palillos de batea era esperable ya que "es uno de los elementos que más se encuentra en cada una de las limpiezas que realizamos en las playas de A Illa; antes se usaban elementos de madera que, evidentemente, no causaban impacto en el medio, pero el paso al plástico ha resultado un problema". Los resultados del trabajo de los jóvenes están siendo analizados todavía en el Intecmar.

Todos los alumnos de tercero de ESO, bajo la tutela de González, contralaron prácticamente a diario la playa que tenían asignada, rellenando el cuestionario que les entregó el Intecmar y "aplicábamos métodos científicos, algo que nos hace estar muy orgullosos de estos alumnos", explicaba la profesora.