La vaca de raza cachena nacida enferma el pasado 20 de abril en O Grove ya puede ponerse en pie y dar unos pasos. Aunque no lo hace por sí sola, sino que necesita que sus cuidadores la ayuden. Los miembros de la comunidad de montes vecinales en mano común de San Vicente, que se ocupan de su atención permanentemente y la alimentan, confirman que el animal sigue comiendo bien y parece haber superado, aunque solo parcialmente, la parálisis que le afectaba.

De este modo, y casi milagrosamente, pues hace una semana se daba por hecho que tendría que ser sacrificado, el pequeño becerro al que bautizaron como "Lázaro" se aferra a la vida, al menos de momento.

La posibilidad del sacrifico sigue presente, pero al menos los últimos acontecimientos permiten albergar ciertas esperanzas.

"Tenemos que sujetarlo en pie y ayudarle a moverse porque solo no puede; creemos que tiene algún problema en el cerebro que le hizo nacer medio paralizado y ahora le impide coordinar los movimientos", explica Manuel Castro, el presidente de los comuneros grovenses.

Entre ellos se encuentran Toño y Estrella, las dos personas que, biberón, yogur y vitaminas en mano, más se han implicado en el cuidado de "Lázaro". Ellos son los artífices de la tímida recuperación del animal; una de las cuatro reses que nacieron en la presente primavera en el monte de Con da Hedra.

La última, completamente sana, vino al mundo el sábado, elevando a 19 el número de cabezas disponibles en esta manada que ayuda a mantener limpios los montes de O Grove y a generar ingresos extra en la comunidad que preside Manuel Castro.

A la espera de acontecimientos, y sin descartar del todo la posibilidad de sacrificar a "Lázaro", aunque buscando otras alternativas, los comuneros siguen adelante con su proyecto de preservación de una raza autóctona como la de vaca cachena.