El Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Valga tuvo que intervenir ayer, a petición del Ministerio de Fomento, para adecentar la calzada después de que se produjera en la misma un vertido de abono, caído del remolque de un tractor cuando circulaba por el paso subterráneo que cruza la Nacional 550, en el lugar de Medela.

Desde el servicio de intervención rápida denuncian que cuando sus efectivos de guardia llegaron al lugar “pudieron constatar la ausencia del tractor y la presencia de un único operario de Fomento”.

Esto lleva al GES a decir que “Fomento tiene el mismo criterio que el grupo de gobierno del Concello de Valga, pues permite a la empresa adjudicataria del mantenimiento de la vía que esté de guardia tan solo un operario para una demarcación que incluye dos carreteras nacionales, como son la N-550 y la N-640”. Y sentencian: “Eso es lo que les importa la ciudadanía”.

Evidentemente estas críticas constituyen un nuevo capítulo en el enfrentamiento que desde hace tiempo mantienen los miembros del GES de Valga y el gobierno local, dirigido por el conservador José María Bello Maneiro. Como ya se explicó hace semanas, viven momentos de máxima tensión e incluso crispación, lo cual queda patente, casi a diario, en las redes sociales.