Un incendio en Tragove y la ausencia de una ambulancia en exclusiva, como mandan las bases de competición de la Federación Galega de Piragüismo, provocaron ayer la suspensión de la prueba de kayak de mar que se disputaba en el puerto de San Tomé de Cambados. Comenzaban a introducirse en el agua gran parte de los participantes en la segunda prueba de la Liga Galega de Kayak de Mar cuando se desató un incendio en las proximidades de Tragove. En principio, esa circunstancia no tendría ningún tipo de influencia en un evento de estas características, pero el problema surgió a raíz de que la ambulancia de la que disponía la organización era de Protección Civil.
Los efectivos de la agrupación de voluntarios partieron hacia Tragove para extinguir las llamas antes de que pudiesen suponer un verdadero problema, dejando la competición huérfana de un elemento indispensable para su celebración, tal y como figura en las bases de competición que ha aprobado la Federación Galega de Piragüismo y que han respaldado los clubes. Se esperaba que la ambulancia regresase en el plazo aproximado de veinte minutos, tiempo de espera que los jueces de competición estimaban como razonable, pero no fue así, por lo que decidieron suspender el evento, con todos los perjuicios que eso conlleva para gran parte de los clubes que acudieron, ya que estaban presentes entidades de toda Galicia, e incluso, un equipo de la ciudad portuguesa de Esposende.
Tino Pérez, presidente del Club de Piragüismo Cambados, agradecía ayer al resto de entidades deportivas que acudiesen hasta la villa del albariño, al mismo tiempo que lamentaba que hubiese que suspender la prueba. "Teníamos todo bien organizado y hacía un día maravilloso para la práctica del kayak de mar, con gente desplazada desde todos los puntos de Galicia, pero no pudo ser al quedarnos sin cobertura de ambulancia", explica.
La suspensión puede ser también definitiva, como reconocía Pérez, ya que va a resultar complicado situarla en un calendario de competición muy apretado. Lo ocurrido perjudica a todos los clubes, pero también al organizador, ya que el Piragüismo Cambados lideraba la liga y tenía muchas opciones de salir reforzado de la prueba que se disputaba ayer en aguas de la villa del albariño.
El presidente de la Federación Galega de Piragüismo, Alfredo Bea, también lamentaba lo sucedido y recordaba que "la organización tiene que tener una ambulancia en exclusiva para la competición, así lo marcan las normas y debemos ser muy estrictos en su cumplimiento, por eso los jueces, al ver que no regresaba tras un tiempo prudencial, decidieron suspenderla".
Tormenta política
A las puertas de una convocatoria electoral que se presume muy reñida en la villa del albariño, la suspensión de la prueba amenaza con convertirse en otra arma arrojadiza más entre el cuatripartito y la oposición del PP. El edil de Deportes, Víctor Caamaño, aseguraba ayer que el Concello "se encarga de colaborar con el Club de Piragüismo, facilitando todo aquello que nos pide, entre ello, la ambulancia de Protección Civil, a lo que se sumaron cuestiones como el catering o diferente material".
El líder del Partido Popular, Luis Aragunde, señaló al gobierno de Cambados como responsable de lo ocurrido incidiendo en que el Concello "debe apoyar mucho más a los clubes ante una prueba de estas, a la que acudían palistas hasta de O Barco de Valdeorras que se van indignados para su casa, causando una importante daño a nuestra imagen como pueblo". Además, Aragunde lamenta el importante "gasto que se le ha provocado al club de Piragüismo de Cambados".
Para el exregidor cambadés y líder de la oposición, lo que debería haber hecho el Concello era "haber contratado los servicios de una ambulancia privada, lo que habría evitado que sucediese esta situación que tanto perjudica a Cambados, tanto deportiva como económicamente". Insiste en que el responsable es el Concello, pues "forma parte de la organización y es la única entidad con capacidade para contratar una ambulancia".
