Como cada Primero de Mayo, los sindicatos convocaron en Vilagarcía dos manifestaciones distintas con motivo del Día del Trabajo. Pero las protestas de este año tenían algo de especial, pues se celebraban tres días después de que el PSOE ganase las elecciones generales en un 28-A con una participación histórica. No obstante esa movilización de la izquierda en las urnas no se tradujo ayer en las calles de la capital arousana, pues la afluencia para nada fue masiva; de hecho las manifestaciones del 1 de mayo llevan años perdiendo fuelle.

También hay que tener en cuenta que algunos sindicatos en la comarca están bastante desinflados, lo que podría redundar en el poder de convocatoria. La movilización conjunta de Comisiones Obreras y UGT apenas tardó 20 minutos en realizar su recorrido (Ravella-Juan Carlos I-Rey Daviña-Ramón y Cajal-regreso a Ravella) y fue más apagada que la unitaria de la CIG, que, aunque no era más multitudinaria, sí transcurrió de un modo más animado e hizo más ruido con sus consignas en favor del empleo, las pensiones y la igualdad.

La marcha terminó en la Praza de Galicia con la lectura del manifiesto por parte del secretario comarcal, Xoán Xosé Bouzas, Tupi: "En esta nueva legislatura que comienza vamos a ver si el PSOE confirma su intención de cambiar las políticas que el PP implantó. Aunque ya tuvo oportunidad de derogar las reformas laborales y la reforma de las pensiones, la Ley Mordaza y otras normativas lesivas pero no lo hizo, manteniendo vigente la legislación que tan graves consecuencias trajo para la clase trabajadora y para Galicia, y haciendo únicamente de forma apresurada pequeños gestos que para nada palían la situación de emergencia social que estamos viviendo".

También la manifestación de Comisiones y UGT puso deberes a Pedro Sánchez. Ambas protestas discurrieron por las calles de Vilagarcía con pancartas en las que reclamaban la recuperación de derechos perdidos. La precariedad laboral "ya está instalada en el mundo del trabajo", lamentaba Tupi. En este mismo sentido se pronunciaba Estrella Martínez, encargada de leer el manifiesto en Ravella por parte de CC OO. Bajo el lema "primero las personas", desgranó las principales reivindicaciones en este Primero de Mayo, como derogar las reformas laborales de 2010 y 2012 y también la de pensiones de 2013, crear un plan de choque por el empleo de calidad, modificar el Estatuto del Trabajador Autónomo, subir el salario mínimo a 1.000 euros en 2020, implantar una prestación social que "permita salir de la miseria a las decenas de miles de familias sin recursos", aumentar el gasto en sanidad y educación y poner en marcha una reforma fiscal.

También la necesidad de lograr una igualdad real entre hombres y mujeres estuvo muy presente en sendas manifestaciones, donde se recordaron las movilizaciones del 8 de marzo.

Estrella Martínez terminó su intervención en Ravella reclamando empleos estables y remunerados, pensiones dignas, prestaciones sociales suficientes, servicios públicos de calidad e igualdad para todos. Después le tocó el turno a José Vázquez, de UGT, quien hizo hincapié en el lastre que ha supuesto para la sociedad el rescate de la banca con dinero público.

Mientras, en la Praza de Galicia Xoán Xosé Bouzas animaba a los manifestantes a seguir movilizándose y aprovechó para sacar pecho en el 25º aniversario de la CIG de que es la primera fuerza sindical en Galicia "y también en O Salnés". Para terminar, sonó "La Internacional", tanto en Ravella como en la Praza de Galicia. Los nacionalistas también corearon el himno gallego.