El último pleno del mandato en Vilagarcía ya olía a despedidas desde su comienzo, pues 6 de los 21 concejales de la actual corporación no formarán parte de la próxima. Son Juan Antonio Pérez Callón (PSOE), Miguel Alves (edil no adscrito), Elena Suárez, Rocío Llovo, "Cholo" Dorgambide y Jesús Longa (del PP).

Toda la sesión transcurrió en un inusual ambiente de buen rollo entre los ediles, y por tanto avanzó de una forma -también infrecuente- ágil y dinámica (el pleno duró apenas dos horas con 18 puntos en la orden del día). De hecho el propio alcalde reconocía que estaba siendo un pleno "fuera de lo común".

Pero fue en el apartado de ruegos y preguntas donde el portavoz de Somos Maioría, Gaspar Somoza, abrió la lata, modificando las habituales demandas al gobierno por unos ocurrentes y personalizados agradecimientos. Somoza dedicó unas palabras a cada uno de los concejales que integran o integraron la corporación 2015-2019. Uno por uno. Y también a los funcionarios con los que ha compartido sesiones estos años.

Al edil del PP Manuel Méndez, le agradeció, de forma irónica, que echase bombas en las fiestas; de Ana Granja recordó que, aunque no ha logrado que hable gallego, "cuando diga Villajuán o la Lage le van a pitar los oídos"; de Elena Suárez comentó que le iba a pagar cafés en el Congreso "pero no llegamos". A Rocío Llovo le dio las gracias por "enseñarme a salvar vidas bailando la Macarena", de Dorgambide rememoró sus famosos "puntos suspensivos" y de la secretaria municipal, Rosa Losada, destacó su paciencia.

Llegaba el momento de dirigirse al alcalde. "Alberto, major, porque con permiso de Carlos Sobera, nadie levanta la ceja como tú", espetó Gaspar Somoza, arrancando las carcajadas de todos los concejales.

Eludió hacer un chiste sobre las obras de acero cortén de Paola María y ensalzó "la raza" de Lucía César Veloso y su aguante por "compartir este calvario luminoso". De Jesús López, "hace cuatro años un rival", pasó a ser compañero y después amigo.

A modo de alumno aventajado, cualquiera se disponía a coger el relevo del turno de agradecimientos. Lo hizo Elena Suárez, quien, visiblemente emocionada, confesó que ha aprendido "mucho de los compañeros de bancada, tanto del gobierno como de la oposición". Con un "hasta la vista" dio el paso a Rocío Llovo, quien, como ella misma admitió, "soy de lágrima fácil". Deseó suerte a todos los ediles en su despedida tras diez años en la corporación.

También tomaron el turno de palabra Jesús Longa y "Cholo" Dorgambide, muy orgulloso con el papel que tiene hoy en día Protección Civil, motivo que le llevó hace años a la política.

Tanto Gaspar Somoza como Elena Suárez y Alberto Varela se acordaron de resaltar el trabajo de los periodistas. El alcalde cerró la emotiva sesión dando las gracias a todos los ediles por este "tranquilo" mandato y opinó que "antes que adversarios políticos, somos compañeros y amigos". "Nos vemos en la próxima".