Los dos tripulantes de la embarcación "Uxía Cinco" fueron rescatados esta madrugada por el helicóptero Pesca-I del Servicio de Gardacostas de Galicia en las cercanías de la ría de Arousa, ha informado esta mañana el 112. La embarcación, de 9,5 metros de eslora y 19 años de antigüedad, tiene puerto base en Ribeira y se dedica al marisqueo.

La alarma saltó en el muelle de Ribeira poco después de las 3.00 horas, cuando se alertó de la situación en la que se encontraba la embarcación, propiedad de Manuel Andrés Martínez, un veterano patrón de la flota palangrera de la localidad coruñesa. Al parecer, algo bloqueó la hélice y había dejado a la valga a la embarcación, muy cerca de las piedras que rodean la isla de Vionta.

Con muy poca visibilidad, debido a la lluvia y a un fuerte viento que impedía volar al helicóptero, efectivos de Salvamento Marítimo comenzaron a buscar el barco, junto con el patrón mayor de Ribeira, José Antonio Pérez Sieira, que colaboró en la búsqueda. La localización de la embarcación fue rápida, pero no así la de los dos marineros. "Escuchábamos voces, pero el barco estaba vacío y no los encontrábamos", explicaba hace unos instantes el patrón mayor de Ribeira de lo que fue un salvamento que, por momentos, resultó angustioso.

Finalmente, las condiciones meteorológicas mejoraron y permitieron despegar al Pesca I, que localizó sobre las 04.45 horas a los dos tripulantes. Ambos se encontraban en unas rocas a donde habían conseguido llegar a nado, tras abandonar la embarcación. Los dos fueron trasladados en la aeronave hasta Vigo para ser atendidos en el Hospital Álvaro Cunqueiro, donde a estas horas, permanece ingresado el patrón, Manuel Andrés Martínez. El hombre presenta hematomas en todo el cuerpo y un cuadro de hipotermia, pero está fuera de peligro y podría recibir el alta en las próximas horas. Su compañero ya ha abandonado las dependencias hospitalarias.

La embarcación ha quedado totalmente destrozada en las inmediaciones de la isla de Vionta, donde los sucesivos golpes de mar le han causado daños que parecen irreparables y que impiden, por el momento, que sea arrastrado hacia el muelle de Ribeira, donde tiene su puerto base. Pérez Sieira reconoce que "el rescate no fue sencillo, porque hacía mucho mar, no había barcos en las proximidades y la visibilidad era prácticamente nula, pero afortunadamente, los dos marineros están bien". Martínez, de unos 50 años de edad es un patrón experimentado y que conoce a la perfección la zona en la que se registró el accidente.