La población de mamíferos marinos, residente u ocasional, de las Rías Baixas, no deja de despertar expectación. Cada vez son más los representantes de la comunidad científica internacional que ponen sus ojos en este rincón atlántico de la Península Ibérica para tratar de entender mejor el modo de vida de delfines y ballenas, como también para determinar las amenazas a las que se enfrentan.

Esto es posible, sobre todo, gracias al trabajo que realizan la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) y el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI).

Desde este último centro, con base en O Grove, presentaban hace días uno de los trabajos llevados a cabo por el equipo que dirige el biólogo Bruno Díaz López “durante los cinco años que llevamos implantados en Galicia” tras su paso por el Mediterráneo."De enorme interés"

A su juicio, con estas acciones, que se basan en la observación de especies dentro y fuera de la ría de Arousa, “estamos obteniendo resultados de enorme interés que nos permiten conocer mejor la biodiversidad marina, y especialmente el comportamiento de los cetáceos en Galicia”.

Lo fundamental, asevera, es “determinar por qué acuden los cetáceos a nuestras aguas y de paso ver con qué amenazas se enfrentan”.

Al hilo de esto, el BDRI insiste en que “una inadecuada gestión de las actividades pesqueras, en particular de la pesca de arrastre, puede causar un declive dramático” de una especie como el delfín común.

Para dar cuenta del nivel de interacción y vulnerabilidad de los delfines ante las actividades pesqueras el equipo de científicos del BDRI maneja datos recogidos en 273 salidas de observación a bordo de sus naves durante 38 meses, entre los años 2014 y 2017, para estudiar “los factores oceanográficos, topográficos y biológicos que condicionan la presencia y dimensión de los grupos de delfines comunes en nuestras aguas; así como el grado de interacción entre actividades pesqueras como el arrastre, cerco y pesca de enmalle para medir el nivel de vulnerabilidad de la especie”.9.500 kilómetros

El estudio efectuado, con más de 9.500 kilómetros recorrido en las Rías Baixas y más de mil horas de observación reales, propició el avistamiento de más de 91 grupos de delfines comunes, con un total de 4.963 ejemplares.

Se constató así “un nivel preocupante de vulnerabilidad ante las capturas accidentales de delfines entre pesca de arrastre; siendo éste un indicador relevante que hace necesario modificar las medidas de gestión y manejo de la actividad pesquera para favorecer una actividad más sostenible que garantice la pervivencia de los delfines comunes en nuestras aguas”, reflexiona Bruno Díaz.

Al margen de este trabajo, el equipo del BDRI, formado por estudiantes e investigadores procedentes de Francia, Estados Unidos, Italia, Bélgica, Irlanda, Portugal, España y Canadá, realiza un intenso trabajo relacionado con la ecología y comportamiento de los delfines mulares o arroaces en aguas gallegas. Una labor, dicho sea de paso, que se ha visto claramente beneficiada en los últimos días por las condiciones meteorológicas reinantes en las Rías Baixas.

En cualquier caso, y si bien se trata de especies preferentes, los proyectos de investigación actualmente en marcha no solo están centrados en el estudio de la ecología y el comportamiento de los delfines mulares y delfines comunes de pico corto, sino también en las marsopas, delfines de risso, delfín listado, ballenas piloto, jorobadas y ballenas azules.