La Semana Santa de Paradela fusiona teatro y religión. Una mezcla que puede incomodar a quienes defienden el sentido de recogimiento espiritual que implica la Pasión de Jesús y que se sienten, por tanto, incómodos ante unas puestas en escena que no rehuyen el espectáculo. Sin embargo, la fórmula de Paradela sigue gustando, y la prueba es que una vez más la localidad se llenó el Viernes Santo con una multitud.

Tal vez muchos eran curiosos, ávidos sobre todo de ver una representación dramática, pero es innegable que acuden también muchos devotos, deseosos de ver una recreación vívida y realista de los pasajes de la Biblia que han leído o de los que les han hablado cientos de veces en la iglesia.

Como suele ser habitual cuando el tiempo acompaña, el Viernes Santo fue el día "grande" de la Semana Santa viviente de Paradela, que está reconocida como de Interese Turístico Galego. Por la mañana, una multitud acudió a ver los pasajes más duros de la Pasión de Jesús, que comenzaron con la liberación de Barrabás y la imposición de su condena, con los primeros latigazos en el mismo atrio de la iglesia parroquial.

Le siguió el Vía Crucis hasta el monte da Croa, un duro ascenso por carretera que el actor que interpreta a Jesús, Marcos Roma, y los que encarnan a los dos ladrones, hicieron descalzos y soportando nuevos golpes de los soldados romanos. Un calvario que terminó con la Crucifixión.

Mientras, en Vilagarcía también hubo actos litúrgicos el Viernes Santos. Hoy es la Vigilia Pascual.