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El futuro Auditorio de O Esteiro abrirá sus puertas el próximo verano

La concesionaria ultima la adecuación del salón de actos tras finalizar el acondicionamiento interior del edificio

Varios operarios trabajan en el acondicionamiento exterior del Auditorio de Vilanova. // Iñaki Abella

Cuatro años después de comenzar las obras, la reconversión de la antigua casa da cultura de O Esteiro en un Auditorio municipal parece que puede convertirse en una realidad, probablemente, para el próximo verano. Esa es la última fecha que se maneja en el Concello de Vilanova, aunque con la boca pequeña, ya que con todas las vicisitudes que ha tenido la obra durante los últimos cuatro años, hacer una previsión puede resultar demasiado arriesgado.

Bien es cierto que, cuatro años y tres empresas después, las obras parecen haber entrado en su fase final, ya que se ha finalizado la instalación eléctrica y la carpintería interior y se está acabando con el acondicionamiento del exterior, donde se afana la tercera de las concesionarias que ha pasado por estas dependencias. Quedaría pendiente ahora el acondicionamiento del salón de actos, una actuación que podría finalizar entre los meses de junio y julio.

Cuando comenzó la remodelación de la casa da cultura de O Esteiro, el objetivo era finalizarla en el año 2016 y poder estrenarla en pleno 150 aniversario del nacimiento del literato Ramón María del Valle-Inclán, el vilanovés más ilustre. Aquel objetivo quedó dinamitado tan solo unos meses después de iniciarse las obras, con la aparición de una línea de media tensión en el ámbito de construcción del inmueble cuya eliminación no había sido contemplada en el proyecto inicial. Ante esta circunstancia, la Diputación decidió paralizar las obras, circunstancia que desató la ira del Concello de Vilanova, y en especial, de su alcalde, Gonzalo Durán, que no dudó en arremeter contra la presidenta del ente provincial, Carmela Silva. Aunque las aguas acabarían volviendo a su cauce, en pleno enfrentamiento, se rescindió el contrato con la empresa que ejecutaba las obras y se decidió dejar al Concello que dirigiese las obras. Problemas con los acopios que debía tener reservados la primera empresa que se contrató, las obras comenzaron a dilatarse durante meses y meses sin que se actuara en el inmueble, que estaba todavía a medio hacer. Tan solo se aprobaron pequeñas obras de mantenimiento para evitar que la estructura que se levantó no acabase viniéndose abajo. Cuando el Conclelo logró contratar a una nueva empresa, parecía que se iba a solucionar todo. Sin embargo, la quiebra de esa empresa obligó a buscar a una tercera que es la que se está encargando de acabar con el trabajo. En esta última fase, la inversión realizada por el Concello, con fondos que la Diputación tenía destinados para este proyecto, es de 600.000 euros.

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