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Los alumnos de la Universidad de Alcalá estudian la amenaza de los plásticos en A Lanzada

-Medio centenar de jóvenes recogen y clasifican residuos en la playa -Refuerzan así lo aprendido en la asignatura de Recursos Marinos

Alumnos de Alcalá clasificando sobre la playa la basura recogida. // Muñiz

La Universidad de Alcalá ha vuelto a enviar a sus alumnos a la playa grovense de A Lanzada. Un año más bajo coordinación del profesor Juan Junoy y con apoyo de Juan Gil Gamundi, técnico de Costas, los estudiantes de la asignatura de Recursos Marinos pudieron realizar un análisis del emblemático arenal meco antes de concluir que los plásticos siguen siendo la gran amenaza medioambiental.

Tras peinar la playa, recoger los residuos y clasificarlos, parece que encontraron menos que el año pasado, pero aún así se trata de una exagerada cantidad de "bastoncillos, botellas y tapones" que se suman a colillas y, sobre todo, a los peligrosos microplásticos, es decir, trozos de apenas un centímetro que pueden causar estragos entre peces, aves y mamíferos marinos.

"Siguiendo los protocolos del Ministerio para la Transición Ecológica, y tras un seminario de preparación impartido por Juan Gil Gamundi, los 50 alumnos de Alcalá realizaron el muestro para obtener unos resultados que serán transmitidos al propio Ministerio y que nos permiten evaluar la procedencia y cantidad de elementos contaminantes", explica el profesor Junoy, catedrático de Biología Marina encargado de dirigir estas prácticas en la costa.

Se trata de identificar los residuos más abundantes para mitigar el problema de la contaminación, teniendo en cuenta también que "el viento transportó muchos objetos al ecosistema dunar", que de acuerdo con el protocolo establecido no ha sido muestreado.

Explican los organizadores que "este tipo de prácticas universitarias, ligadas a actividades profesionales, son muy bien acogidas por los alumnos, ya que suponen una aplicación inmediata de los conocimientos aprendidos en el aula".

Y añaden que la experiencia en A Lanzada, de nuevo con el hotel Villa Juanita como base de operaciones, sirvió para realizar un muestreo normalizado y científico de los residuos, convirtiendo esta actividad en una fase más de la formación académica que reciben los futuros técnicos medioambientales, ya que en realidad se trata de prácticas de la asignatura de Recursos Marinos.

En la Universidad de Alcalá están convencidos de que para atajar los problemas de contaminación de las playas es preciso saber cuánta basura hay en ellas y cuál es su origen, estudiando su evolución a lo largo del tiempo que deriven en medidas capaces de frenar la degradación ambiental.

Este tipo de acciones, que el citado centro educativo desarrolla en la localidad meca desde hace años, se ejecutan de acuerdo con el convenio sobre la protección del medio marino del Atlántico Nordeste, suscrito en París en 1992 tras refundirse en el mismo el convenio de Oslo para la prevención de la contaminación marina provocada por vertidos desde buques y aeronaves y el de la capital francesa para la prevención de la contaminación marina de origen terrestre.

Es el convenio de Ospar, ratificado por España en 1994 y que entró en vigor en 1998 y para el periodo 2010-2020 con la finalidad de "conservar los ecosistemas marinos y la salud humana y restaurar cuanto sea posible las áreas marinas que hayan sido afectadas negativamente por las actividades humanas".

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