Nació en Bouzas, pero se convirtió en un grovense más. Era licenciado en Farmacia, pero el medicamento que más le gustaba recetar era el mar. Tomó las riendas del Club Náutico de San Vicente después de que otros como Francisco Fuentes, Avelino Ochoa y Ulises Bértolo le dejaran el listón muy alto, pero consiguió subirlo aún más. Era un hombre campechano y accesible, con buenos contactos y mejores amigos en las altas esferas de la política, la industria y la cultura. Fue un armador, regatista y tripulante que siempre quiso vivir al lado del mar, y al lado del mar quiso morir.

Ignacio Montenegro era capitán en sus barcos, pero también timonel del proyecto de expansión del club asentado en Pedras Negras. Era un hombre de mundo, un emprendedor, una persona culta, un inconformista y, sobre todo, un caballero.

Falleció el domingo, a los 76 años, y muy pronto la triste noticia se conoció en todas partes. Amigos como Juan Ventura, el cura de San Vicente; Avelino Ochoa, el abogado y expresidente del Club Náutico, que siempre estuvo a su lado; dirigentes políticos en activo, pero también otros ya retirados; empresarios e incluso miembros de la Casa Real mostraban su pesar y lloraban su pérdida.Marcas de calidad

Se fue uno de los hombres que más pelearon por abrir dicha entidad al público en general. Es cierto que destaca, sobre todo, por ofrecer buenos servicios a los asociados, quienes un verano tras otro pueden disfrutarlos y presumir de ellos mientras sobre sus cabezas, y sus barcos, ondean la Bandera Azul de los mares limpios de Europa y la popular enseña de la Q de Calidad Turística de España. Pero también lo es que gracias a las decisiones tomadas por sus predecesores, su disposición a trazar el mismo rumbo y su empeño personal, este club ofrece cada vez más actividades socioculturales dirigidas a los vecinos de O Grove, los turistas y todos aquellos ciudadanos de cualquier rincón de la comarca y de Galicia que quieren acercarse al pequeño paraíso de Pedras Negras.

Amigo personal del rey emérito Juan Carlos I, Ana Pastor, Rosa Quintana, Adolfo Suárez y tantos otros conocidos personajes que compartieron su pasión por O Grove y por el mar, Montenegro también fue un firme defensor de la gastronomía local y de los productos de calidad que ofrecen las rías gallegas.

Esto hizo que le resultara más fácil impulsar la renovación del restaurante del club, y fue así como surgió El Arrecife del Náutico, igualmente abierto al público en general.Regata y Ruta Xacobea

Así, siempre dispuesto a potenciar O Grove y su querida parroquia de San Vicente, luchó también por consolidar la Regata Islas Atlánticas para barcos clásicos y de época, al tiempo que puso sobre la mesa otros proyectos con los que promocionar turística y culturalmente tanto O Grove como la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla y al conjunto de las Rías Baixas y de Galicia.

Sus visitas de trabajo a Madrid, Francia e Irlanda, entre otros lugares del viejo continente, servían para que su amado San Vicente de O Grove siguiera creciendo en prestigio, y esto permitía atraer cada vez más visitantes que, unidos por el amor al mar, descubrieron los encantos de Arousa y otras rías, puertos y pueblos gallegos.

De ahí que algunos vinieran para quedarse, instalándose aquí o fijando en O Grove o sus proximidades su segunda residencia, y que otros no duden en acudir de visita siempre que pueden.Diversificar y desestacionalizar

Bajo la dirección de Ignacio Montenegro, el Club Náutico llegó incluso a proponer hace un par de años un plan con el que diversificar y desestacionalizar la oferta turística de O Grove, brindando apoyo y colaboración al Concello y demás Administraciones públicas para consolidar a la localidad meca como destino preferente.

La organización de actividades y la disponibilidad de servicios para el conjunto de vecinos y visitantes, y no exclusivamente para la masa social, eran, una vez más, las claves de su estrategia.

De este modo el Club Náutico San Vicente, creado en 1998, seguía haciéndose más grande y dejaba patente "una clara vocación divulgativa de los valores del deporte, la cultura y el medio ambiente, impulsando el deporte náutico desde la Escuela de Vela y mediante la organización de regatas de cruceros y barcos clásicos, concursos de pesca, exposiciones de arte, conferencias culturales y reconocimiento a las grandes figuras de la náutica y de la cultura", explicaba el propio Montenegro a FARO hace un par de veranos.

Bien de Interés Cultural (BIC)

Y no eran palabras vacías, pues unos meses después ponía en marcha una campaña para conseguir la protección de la parroquia de San Vicente declarándola Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico, pues lo consideraba "un sitio único, imposible de encontrar en otros lugares de un modo tan plástico, concentrado y significativo".

El informe presentado por el Náutico incidía en que un "Conjunto Histórico" es "una agrupación de bienes que conforman una unidad de asentamiento, continua o dispersa, con una estructura física representativa de la evolución de una comunidad que sea un testimonio cultural significativo por interés artístico, histórico, arquitectónico, arqueológico, etnológico, industrial o científico, aunque individualmente los elementos que la conforman no tengan una especial relevancia".

Y todo eso es lo que representaba la parroquia de San Vicente para Montenegro, que de este modo reforzaba su apuesta social y la defensa del interés general.

La idea de declarar como "Conjunto Histórico" el espacio comprendido entre Punta Castriño y Area Grande incluso recibió el respaldo de la Corporación de O Grove, explicándose que en un tramo de 1.500 metros se dan cita "unos valores culturales e históricos" tan significativos que bien podría construirse un centro de interpretación, además de dar cabida a variadas actuaciones "que permitan la visita al entorno" y el conocimiento de los citados elementos previa creación de un paseo vertebrador.

Sería, en palabras del propio Ignacio Montenegro y su equipo, "un foco de atracción increíble que beneficiaría a los propietarios actuales y enriquecería la historia de San Vicente de O Grove y de Galicia".

En definitiva, que por estas y otras muchas razones, Ignacio Montenegro supo ganarse el corazón de las personas que, como él, creen en las enormes potencialidades turísticas, náuticas y medioambientales de esa "gran casa" que eran para él O Grove y Galicia.

Ahora O Grove y Galicia lloran la muerte de "Nacho" y muestran sus condolencias y respeto a su familia, muy especialmente a su esposa, Javiera Gil de la Peña, una de las herederas del Pazo de Fefiñáns, y sus hijos, Ignacio, Javier Yolanda y Jorge.

José Ignacio Montenegro González ha fallecido. El Club Náutico de San Vicente y el Concello de O Grove han perdido un gran capitán y un caballero.