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La solidaridad de Arousa ya se siente en África

El reparto de ropa y medicamentos, un soplo de esperanza para los niños huérfanos

Llegada de la expedición grovense a tierras africanas. // Por Una Sonrisa

Después de las últimas campañas realizadas para recaudar fondos, tanto en el Concello de O Grove -donde se encuentra su base de operaciones- como en otros puntos de la comarca, la Asociación Por Una Sonrisa regresó hace días a África, y más concretamente a Senegal, para hacer una nueva entrega de medicamentos, ropa, artículos de primera necesidad y, sobre todo, cariño y esperanza.

Aldeas donde eso del desarrollo se antoja utópico; colegios y orfanatos en los cuales hay niños recién nacidos que luchan por salir adelante, y que para ello dependen de la ayuda de cooperantes, misioneros y organizaciones no gubernamentales; algo parecido a equipos o clubes de fútbol donde los niños juegan descalzos o con rudimentarias zapatillas; centros médicos en los que lograr algún día algo parecido a la sanidad pública española resulta inimaginable...

Todo eso son algunas de las situaciones que viven, los lugares que visitan, las imágenes que tratan de cambiar y el dolor que intentan mitigar los miembros de Por Una Sonrisa O Grove cuando realizan este tipo de expediciones para repartir ayuda humanitaria.

El poblado de Somone, la escuela de Thies o el orfanato de Mbour son, como se explicaba en FARO hace unos días, algunos de los lugares que visita la delegación grovense que abanderan Mustafá Ennabar y Natividad Villanueva.

Ellos son los grandes artífices del movimiento Por Una Sonrisa, convertido en asociación de carácter benéfico después de que en sus primeros viajes privados al continente negro descubrieran muchas de las miserias que se padecen allí y en lugar de mirar para otro lado y refugiarse en la cara amable de ese extenso y atractivo territorio, porque también la tiene, decidieran hacer algo para cambiar las cosas, aunque sea solo un poco.

Así fue como se pusieron en marcha mercadillos, monólogos y todo tipo de actividades solidarias con las que recaudar fondos y adquirir todo tipo de productos que pueden ayudar a los más necesitados en África. Y fue así como se enviaron contenedores cargados de todo tipo de material y se ayudó a la población local a abrir pozos y crear fincas de cultivo.

Esta vez la ayuda se canalizó con un viaje realizado por Mustafá Ennabar, Natividad Villanueva y dos cooperantes más que trasladaron en sus maletas unos 300 kilos de alimentos, ropa y material deportivo para los niños de la escuela de Thies y el orfanato de Mbour, entre otros destinatarios

Tras pasar por el puerto de Goree, en Dakar (Senegal) y asombrarse con las historias de miseria y esclavitud que rodean a aquella isla -allí se encontraba un gran almacén de esclavos ahora convertido en museo-, los expedicionarios arousanos también reparten productos higiénicos y de primera necesidad, camisetas publicitarias entregadas por distintas firmas comerciales y botas de fútbol para el equipo del poblado de Somone.

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