Carmen Chaves Núñez empieza hablando de su infancia. Nacida en Vilariño en 1939, cuenta que pasó hambre, y que con siete u ocho años ya empezó a trabajar. A esa edad, los niños de familias humildes se encargaban de limpiar la casa, de echar una mano en las fincas o de llevar el ganado a pastar. Después, habló de la que fue su profesora, una mujer que se irritaba con suma facilidad (le dolía a menudo la cabeza, cuenta Carmen Chaves), y que más de una vez pegó a sus alumnas. Además, "teníamos que ir a buscarle agua y leña".

Esta es una parte del relato de Carmen Chaves, una vecina de Cambados que participa en el proyecto "A memoria das palabras". Se trata de una iniciativa de la Concellería de Cultura de Cambados, que dirige Víctor Caamaño, y que ha intentado salvar de las garras del tiempo y del olvido las experiencias personales de 30 cambadeses que vivieron en una época en la que Cambados era muy distinto del actual.

"A memoria das palabras" se compone de dos libros en los que se recogieron una parte de esos testimonios, y de una página web en la que pueden consultarse los vídeos -ya montados- de las entrevistas realizadas a los protagonistas. Cambados cuenta así con un archivo audiovisual de enorme valor porque en él se encontrarán no solo pistas sobre cómo fue la localidad hace décadas, sino también sobre el léxico y la forma de hablar de los cambadeses de mayor edad.

Otra particularidad de "A memoria das palabras" es que se implicaron personalmente en el proyecto los estudiantes de los centros de Secundaria del municipio. Fueron ellos los que entrevistaron a sus abuelos, de modo que se ayudó a reducir entre ellos la brecha generacional, y los chavales pudieron poner en valor las enseñanzas de vida que sus mayores estaban en condiciones de mostrarles.

Carmen Chaves estuvo en la presentación, junto a su nieta, Mariña Area. También estaban Andrea Varela, que entrevistó a su abuela, Inés Gestoso Santórum. La entrevista de esta última es también muy emotivo. Nacida en 1943 en la parroquia vilanovesa de San Miguel de Deiro, explica que sus padres "eran marineros por la mañana y labradores por la tarde". Alude también a la férrea disciplina que había en el colegio, y dice que "el catecismo era tan importante como la escuela".

A la pregunta de cómo era Cambados cuando ella era niña, dijo que recordaba la feria en la plaza de Fefiñáns y como el mar llegaba casi a los pies del actual Paseo da Calzada. "Íbamos en carrillo a buscar pateiros a San Tomé", recordó.

Inés Gestoso emigró con 21 años a Alemania, donde trabajó en una fábrica metalúrgica, y a pesar de que "era un sitio inhóspito" y de la barrera lingüística, conserva un recuerdo bonito de esa etapa de su vida. De los jóvenes de hoy, cree que tienen mucha suerte porque pueden estudiar y labrarse un futuro. "Yo no tuve esa oportunidad".

El proyecto fue coordinado por Antón Mascato y contó con la colaboración de los profesores, que estuvieron representados ayer por Maribel Iglesias.