Cuando se le pide que extraiga conclusiones del congreso celebrado la semana pasada en Cambados y Sanxenxo, con asistencia de "142 ambientalistas procedentes de la República Dominicana, Perú, Brasil, Portugal, Inglaterra y diversas comunidades autónomas españolas", el profesor Francisco Peña responde que "es necesario movilizar al mundo en la lucha contra el cambio climático para preservar la salud ambiental del planeta".
Como posibles soluciones o medidas correctoras cita ejemplos como la implantación del vehículo eléctrico y la producción de electricidad a partir de energías renovables.
Será, pronostica, "una de las mayores contribuciones para luchar contra el cambio climático y para la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera en el transporte".
De hecho, reflexiona el profesor Peña, ya existen iniciativas en muchas de las grandes ciudades del mundo "para ir sustituyendo progresivamente el transporte basado en combustibles fósiles por la movilidad verde eléctrica", toda vez que "es fundamental impulsar estos vehículos eléctrico y las energías renovables no contaminantes para minimizar los problemas de contaminación atmosférica". De este modo se logrará mejorar también la calidad del aire y, con ello, la calidad de vida y la salud de los ciudadanos, lo cual se antoja vital si se tiene en cuenta que "según la Organización Mundial de la Salud cada año mueren ocho millones de personas a causa de la contaminación del aire".
