Los percebeiros insisten en una vieja demanda: Impedir que los bateeiros extraigan mejilla en las mismas rocas en las que crece el percebe. O al menos buscar una línea de colaboración que impida la "esquilmación" del crustáceo.

Es un asunto históricamente polémico que vuelve a despertar preocupación, esta vez en Arousa, y más concretamente en Ribeira y O Grove, donde los percebeiros dicen haber encontrado diversas zonas de la costa "machacadas" por los mejilloneros.

Hay que recordar que la mejilla o semilla del mejillón crece en las mismas piedras que el percebe. Dicho esto, los percebeiros explican que la Consellería do Mar tiene que actuar para regular la situación y limitar la actividad de los bateeiros, ya sea impidiéndoles que raspen las piedras donde crece nuestro percebe o estableciendo planes para que seamos nosotros, los percebeiros, los que podamos extraer la mejilla y venderla".

Así lo apuntan miembros del colectivo integrados en la cofradía San Martiño de O Grove, donde insisten en que "hay que regular esta situación cuanto antes". La actual campaña de la mejilla está en su recta final, pero proponen que se trabaje de manera consensuada para establecer los criterios de actuación en campañas venideras.

"Del mismo modo que se protegen los bancos de marisqueo, la Xunta tiene que preservar las zonas de percebe más importantes para evitar que los mejilloneros lo destrocen", explican en la villa meca.

"Entendemos que tienen que recoger cría y es lógico que lo hagan -apostillan-, pero no deberían actuar en zonas sujetas a planes de explotación de percebe" como las existentes en Con Negro y otros lugares de la península meca batidos por el Atlántico.

Los percebeiros insisten así en que, "con su forma de proceder, los mejilloneros impiden que el percebe crezca", y tras declarar que no quieren generar polémica ni enfrentamientos, matizan que su único objetivo es "buscar una línea de entendimiento y colaboración". De ahí que sugieran que "lo mejor es que se alcancen acuerdos y que podamos extraer y vender semilla".

En relación con esto, ya se explicó hace días que la cofradía grovense apostaba por esta fórmula, como Espasante, A Guarda, Aldán-Hío, Carnota (Lira), Corcubión y otros puntos del litoral gallego. Tanto es así que había entablado los primeros contactos para empezar a comercializar mejilla, aunque parece que esta línea está más verde de lo que parecía y tendrá que pulirse antes de su plena implantación, quizás a partir del 1 de diciembre, cuando comience la nueva temporada de recolección.

Creen en la cofradía meca que "el año que viene habrá que concretar un calendario para, en función de las mareas, dedicar unas jornadas a la recolección de percebe y emplear otras en la obtención de cría, dejando claro que los bateeiros que quieran hacerlo ellos mismos tengan esa posibilidad, pero lejos de las zonas sujetas a planes de explotación de percebe".

Las mismas fuentes señalan que hay un problema añadido, pues "los bateeiros, aunque quizás sin mala intención, no solo impiden el crecimiento del percebe, sino que, a veces, se lo llevan en los sacos en medio de la mejilla".

No se olvidan de que ya hay productores que compran la cría a otros miembros del mismo sector, "como también los hay que negocian con furtivos, que se dedican solo a recoger semilla para los mejilloneros y también arrasan las zonas de producción de percebe".

Frente a estos argumentos están los que manejan los propios bateeiros, que siempre se mostraron dispuestos a dialogar y negociar con la Consellería do Mar y las cofradías un plan de explotación en el que se regulen las zonas en las que extraer mejilla. Pero también tienen claro que no van a ceder al "chantaje" de algunos cabildos y que no van a permitir que quieran venderles una semilla que consideran suya, además de apuntar que se reproduce de manera natural y resulta imprescindible para garantizar el cultivo en batea.

Además apelan a la legislación, la cual establece que los únicos autorizados para recolectar la semilla de mejillón que crece en las rocas del litoral son los concesionarios de las bateas. "Esto quiere decir que la mejilla es nuestra, por lo que nadie puede intentar convertirla en un recurso específico para las cofradías con el fin de que éstas logren un dinero extra recogiéndola directamente para venderla a los bateeiros", reflexionan los acuicultores.

En diversas ocasiones manifestaron que "todos estamos de acuerdo en regular la situación para acabar con los enfrentamientos que se producen todos los años, siempre en las mismas zonas y a causa de las mismas cofradías, pero los bateeiros estamos amparados por la ley para recoger la mejilla, y no pueden pretender quitarnos este derecho para que alguna cofradía saque un dinero adicional". Algunos dirigentes del sector incluso apuntan que "dado que algunas cofradías tienen cada vez menos ingresos quieren hacer negocio vendiéndonos la cría que nosotros estamos autorizados a extraer".

Y como en otras ocasiones ponen un ejemplo: "Es como si se permitiera que los furtivos fueran a coger almeja o berberecho a los bancos marisqueros y después vendieran ese producto a la cofradía que tiene la autorización para que la subaste en lonja".