Dos vecinas de Vilagarcía con problemas de movilidad, usuarias de sillas de ruedas, que asesoran a los miembros de la candidatura En Común, liderada por el concejal Jesús López, pusieron ayer de manifiesto las dificultades que tienen a diario en su desplazamiento por la ciudad. Sus reclamaciones incluyen hasta los accesos a áreas peatonales que no hace mucho tiempo que se remodelaron.
El amplio paso de peatones en la intersección de las calles Castor Sánchez (peatonal) y Juan Carlos I es para Marisa y Susana un peligro porque sus sillas tropiezan con el tramo de aceras. Pero el riesgo aumenta para las personas que se mueven con una silla de ruedas normal, ya que incluso puede volcar en la maniobra.
En el casco urbano las dificultades están prácticamente en cada esquina porque existen muchas aceras estrechas que además incluyen farolas y señales de tráfico que apenas dejan pasar una persona y no dejan el ancho suficiente para la circulación de una silla de ruedas o el carrito de un bebé.
Las quejas se extienden también a otros paseos, como el de orillamar a Vilaxoán, donde hay varios pasos de peatones que se enfrentan a bordillos de aceras insalvables para estos vehículos o incluso en el paseo marítimo a Carril, donde hay rampas de acceso con una pendiente que las convierte en imposibles.
En la playa, la mayor parte de las pasarelas de madera instaladas para que las personas con problemas de movilidad puedan llegar hasta el arenal, están cortadas y no cumplen la misión para las que fueron colocadas.
Bordillos demasiado altos, aceras estrechas e irregulares con baldosas levantadas que suponen una trampa para las sillas ortopédicas son algunas de las reclamaciones de estas vecinas, quienes instan al Concello a consultar con personas de reducida movilidad los proyectos que se ejecutan con el fin de adaptarlos y eliminar de forma efectiva las barreras arquitectónicas.
La lista de quejas también se extiende a los edificios municipales. El Auditorio es uno de los ejemplos de sus reclamaciones, con un pavimento exterior en el que tropiezan hasta las personas que no tienen movilidad reducida.
El área de Servizos Sociais del Concello, así como algunos de los departamentos del consistorio tampoco tienen en cuenta a las personas que se mueven en silla. Algunas de ellas, por su tamaño no entran en el ascensor. Una opción podría ser el uso de muletas, pero los pavimentos de algunos locales resultan peligrosos. Es el caso del suelo de la sala de exposiciones Antón Rivas Briones.
Las quejas de las usuarias se extienden al centro de salud de San Roque y su entorno, el Hospital do Salnés y sus accesos, otros edificios oficiales, así como locales comerciales y de hostelería que se acaban de rehabilitar y que, según denuncian, incumplen la normativa de "inicio cero" y salvan las diferencias de los accesos con escalones.
El candidato de Vilagarcía en Común, Jesús López, recordó que durante el actual mandato, el grupo municipal que representa en la corporación, Esquerda Unida, presentó varias iniciativas para conseguir que el Concello ejecutase un plan de eliminación de barreras arquitectónicas, teniendo en cuenta que el plazo máximo para estas actuaciones finalizaba en noviembre de 2017.
Sin embargo, a pesar de que las mociones fueron aprobadas y que el plazo ya finalizó, se mantienen los numerosos problemas de accesibilidad en edificios oficiales y en la vía pública de la ciudad.
López acusa al gobierno local de falta de sensibilidad con los vecinos que tienen más dificultades de accesibilidad, y también de dejadez, por no cumplir los acuerdos aprobados en esta materia. Propone destinar una partida importante del presupuesto para la eliminación de las barreras arquitectónicas.
