Trabajadores y familiares de usuarios de la Residencia Valle-Inclán de Vilanova de Arousa han reunido más de 7.000 firmas con las que pretenden hacer frente a la orden de cierre, dictada por la Xunta de Galicia, que pende sobre ellos desde hace meses.

Estas firmas se han conseguido en el plazo de solo un mes y pertenecen a vecinos de Vilanova, pero también de A Illa, Cambados o Vilagarcía. Todas ellas serán entregadas en las dependencias de la Consellería de Política Social junto con una solicitud de reunión con su titular, Fabiola García, para que "nos aporte soluciones al problema administrativo que tenemos", explicaba en la mañana de ayer un portavoz de los trabajadores a las puertas del centro. Insisten en que "las familias de los residentes quieren continuar aquí, y el pueblo de Vilanova no quiere perder este servicio, por eso hay que buscar una solución".

Junto a él también se encontraba la edil de Gañemos Vilanova, Elena Cores, que agradeció la colaboración de tanta gente en un acto que "sirve de barómetro de la situación, por eso esperamos que se nos reciba, porque ellos son los principales interesados en solucionar este problema ".

Cores destacó también que la recogida de firmas es "una victoria social para nosotros, las llevaremos a Santiago y conseguiremos esa entrevista con la conselleira".

La edil de Vilanova lamentó que, desde el Concello "no se hayan movido nada ni preocupado por este tema como lo hicieron con la visita de los rusos, para los que si consiguieron un encuentro con el conselleiro de Industria en un breve espacio de tiempo; sin embargo, para mejorar la situación de sus vecinos, trabajadores y residentes en este centro, apenas han movido un dedo".

Los trabajadores de la residencia Valle-Inclán llevan varios meses tratando de evitar el cierre de las instalaciones, tal y como ha decretado la Xunta de Galicia, llegando a trasladar la situación a una sesión plenaria en Vilanova, donde todos los grupos políticos trataron de alcanzar un acuerdo para salvar el establecimiento. Ese acuerdo pasaba por la solicitud inmediata de un encuentro con la Consellería de Política Social, algo que el gobierno de Durán realizó, pero nunca más se volvió a saber de ese posible encuentro.

La Xunta mantiene que el pasado 26 de octubre finalizó el plazo establecido para que la residencia "Valle-Inclán" cerrase sus puertas. En todo ese proceso, el gabinete autonómico asegura que cumplió todos los procedimientos. Ese mismo día, la Xunta informó a la Fiscalía de la resolución de cierre, así como de las irregularidades detectadas por la Inspección, lo que implicará la apertura de un proceso penal. Tras notificar el cierre a la residencia, la Xunta contactó con las familias para informarles de las diferentes alternativas residenciales que existen para los usuarios, todas ellas, lejos de Vilanova de Arousa. Muy pocos, por no decir ninguno, acabaron acogiéndose a esas propuestas.