La presidenta de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, Sagrario Franco, compareció ante el consejo de administración de este organismo, asistida por sus técnicos, para explicar a los consejeros la postura oficial respecto a la sentencia del Juzgado de lo Contencioso de Pontevedra, que da la razón a la Xunta de Galicia sobre una sanción de 20.000 euros por rellenos contaminantes en el mar. Franco Malvar negó tal vertido en las obras de regeneración de la dársena 2, recordó que el fallo no es firme, y anunció que lo recurrirá ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

A iniciativa de la presidenta, intervinieron ante los miembros del Consejo portuario celebrado ayer al mediodía, la ingeniera responsable del Departamento de Planificación e Infraestructuras, Marisa Marco, y Juan José Vázquez-Portomeñe Seijas, abogado del Estado encargado de la representación de la Autoridad Portuaria en el juicio contencioso-administrativo.

Franco explicó que el origen del caso es una sanción a esta Autoridad Portuaria en 2014 por la Consellería de Medio Ambiente, que en su día recurrió por no estar de acuerdo con su contenido. Según explicó, la Autoridad Portuaria siempre ha sostenido, y continuará haciéndolo ante instancias judiciales superiores, que se trató de una reutilización de materiales compatible con la legislación aplicable. Por lo tanto, mantiene que su actuación ha sido correcta.

En relación con el fallo judicial que desestimó el recurso contencioso-administrativo presentado por el Puerto, el abogado del Estado que representó al ente explicó a los consejeros que la sentencia interpreta el relato de los hechos recogido en las actas del expediente sancionador de una manera que no comparte totalmente. También se señaló que no se produjo en la dársena 2 ningún vertido, ni menos aún vertidos contaminantes.

Por su parte la ingeniera responsable del departamento de Planificación e Infraestructuras explicó que el Muelle de la Dársena 2 presentaba antes del año 2014 una pérdida de material en su apoyo, la cual ponía en peligro la estabilidad del mismo. Por ello, se planteó realizar un relleno de la zona, denominándose la obra "Regeneración del asiento de la banqueta de la dársena 2". Indicó que el 31 de marzo de 2014 se preparó una memoria para solicitar presupuestos para esta obra, y que para ejecutar los trabajos, se empleó material procedente de la prolongación del ferrocarril a Ferrazo.

En cuanto al procedimiento seguido para la reutilización de los áridos de la obra del ferrocarril, añadió que la Autoridad Portuaria siguió las indicaciones de la Guía de buenas prácticas para ejecución de obras marítimas, publicada por Puertos del Estado en junio de 2009, con relación a los rellenos con materiales procedentes de otras obras, en este caso, excedente de tierras y piedras de trabajos de excavación. También redactó un Plan de ejecución de los rellenos previo al inicio de las obras, en el cual se hizo un análisis de los materiales, así como un control con acopios intermedios.

Explicó a los consejeros que el procedimiento de selección de materiales se realizaba en dos fases. En primer lugar, una primera selección en la zona del acopio, retirándose en caso de aparecer, los restos de plásticos, maderas, etcétera. Tras realizar la primera criba, se cargaba el material en el camión con excavadora y se dirigía al cantil del muelle, donde estaba atracado el barco draga, y se procedía al vaciado del material. Aquí se realizaba una segunda criba y se retiraban los materiales considerados no aptos, de modo que sólo las tierras se cargaban el barco.

La Autoridad Portuaria siempre ha mantenido, y así se reiteró por parte de los técnicos ante el Consejo, que los materiales utilizados para la realización de la obra de asiento de la banqueta de la dársena 2 fueron únicamente áridos, habiéndose trasladado a un punto autorizado de gestión de residuos todos los demás materiales procedentes de la obra del ferrocarril que no eran aptos para la ejecución de los trabajos en el muelle de la dársena 2. Concretamente, de un volumen de materiales depositados en O Ramal de 10.000 metros cúbicos, estaba inicialmente previsto emplear en la obra 7.200 metros cúbicos, pero se rebajó hasta los 6.720 metros cúbicos. El material sobrante recibió un tratamiento diferenciado por parte de un gestor autorizado de residuos.

La explicación no convenció a los consejeros en representación del Concello, que consideran correcta la sanción de la Xunta de Galicia, en base a los informes de sus inspectores en la zona, y del Seprona.