La espectacular redada desarrollada ayer contra el marisqueo ilegal en Carril se saldó con 37 personas identificadas y denunciadas por marisqueo ilegal. Durante la intervención se incautaron de siete raños, 18 sachos, 6 ganchelos, 14 cubos, 11 capachos, tres rastrillos y un flotador, además de decomisar 115 kilogramos entre almeja japónica, fina, babosa y berberecho, que fueron resembrados por los agentes de Gardacostas en la zona en la que se incautaron

La redada contra el furtivismo se desarrolló desde primeras horas de la tarde de ayer. Varias patrullas de la Guardia Civil, agentes de la Policía Autonómica y también de Gardacostas desembarcaron ayer a mediodía en aguas carrilexas en un operativo contra la extracción ilegal de almeja. Fuentes del sector elevan a más de quince las personas a las que les fue decomisado el marisco, una actuación de la que se levantó acta, con advertencias que han llegado incluso al patrón José Luis Villanueva.

Los efectivos acudieron por tierra y por mar, tanto en vehículos como en lanchas, formando un amplio despliegue que llamó la atención de las personas que paseaban por la fachada marítima.

Las embarcaciones rodearon la isla de Cortegada y posteriormente los agentes también se desplazaron a la lonja con el fin de observar el marisco que llegaba a las instalaciones.

Las propias mariscadoras (con sus correspondientes permisos) fueron objeto de una inspección sanitaria, de la cual se levantó acta porque no les está permitido depositar los bivalvos extraídos en latas ni tampoco fumar cuando trabajan.

Exponen testigos de este especial operativo desarrollado frente a Cortegada que el despliegue fue espectacular.

"Llegaron patrullas en coche y también en lanchas por mar, por lo menos dos o tres parejas de cada cuerpo que sorprendieron a una quincena de personas, por lo menos", explica una portavoz de las mariscadoras.

Entienden en el colectivo que fue un operativo muy preparado para saber exactamente en qué condiciones se está extrayendo en la playa, tanto en materia de calidad del producto, tamaño y origen.

A la vez que se perseguía a los supuestos furtivos y se les abría expediente, funcionarios de Sanidad revisaron el trabajo que llevaban a cabo las mujeres en la playa.

Como queda dicho, además de recordarles la prohibición de fumar durante la tarea de extracción de la almeja, les recordaron las exigencias respecto a cómo debe conservarse en la playa y en concreto les advirtieron de que está prohibido expresamente extenderlo sobre la arena o depositarlo en latas metálicas. Durante la actuación les insistieron en que el producto debe colocarse sobre un palé para el posterior control en la lonja o sobre plásticos específicos, por lo que les dieron unos días para subsanar estas supuestas deficiencias.

A continuación, los agentes se personaron en la lonja donde se interesaron por la gestión de los sobrantes. del marisco

Las mariscadoras subrayan que estos excedentes ellas los devuelven al mar, al lugar donde se recogió, pero en la lonja existen otras normas distintas pues tienen que quedar en dichas instalaciones.

El operativo se produce días después de que parecía que se zanjaba una polémica sobre la venta de almeja de tamaño no reglamentario. A principios de marzo, Mar prohibió la extracción de almeja fina y babosa, principales recursos en los bancos de libre marisqueo.

Días más tarde se volvió a consentir la actividad salvo en las zonas donde los bivalvos no alcancen la talla reglamentaria.

Los profesionales se quejan de la situación en la que se encuentran porque además de la escasez de producto, se unen los bajos precios del molusco y la enorme vigilancia sobre el colectivo.