La falta de socorristas formados (con el correspondiente título) constituye un problema que los concellos arousanos llevan arrastrando varios años. Y es que no logran cubrir todas las plazas que ofertan, y en el caso de hacerlo, nunca en la primera convocatoria. Por ello, algunos municipios de la comarca se han puesto las pilas para intentar que sus playas estén más vigiladas.

Es el caso de O Grove, la localidad con mayor número de arenales debido a su carácter peninsular. La concejala de Turismo, Emma Torres, señala que desde hace un par de años buscan dos perfiles de profesionales: además de los socorristas, también contratan a sanitarios, quienes pueden trabajar en tierra atendiendo a las personas que lo necesiten (nunca en el mar). De este modo se amplía el abanico de posibles candidatos.

El objetivo de O Grove es lograr una plantilla de 28 vigilantes a repartir entre las principales playas del municipio (sobre una veintena). Un propósito que por ahora todavía no ha alcanzado, pues suele llegar a 24 o 25 socorristas, indica Torres.

La edil socialista recalca que el coste del servicio de vigilancia en los arenales mecos se financia íntegramente con fondos municipales, pues aunque el Ayuntamiento solicita subvención a la Xunta para seis plazas, cuando sale la resolución ya es demasiado tarde y no hay candidatos disponibles.

Para intentar incrementar el número de socorristas en sus playas, el Concello de O Grove adelantará este año el proceso de selección, pues prevé ya iniciar el concurso el próximo mes de abril.

El siguiente concello con más afluencia en sus playas es A Illa. El gobierno de Carlos Iglesias vuelve a repetir la experiencia del año pasado y ha solicitado a la Xunta financiación para seis socorristas. "Se reparten entre las dos playas de Bandera Azul, que son Area da Secada y O Vao", indica el alcalde isleño.

El verano pasado los fondos autonómicos sufragaron cuatro vigilantes y otros dos fueron costeados por las arcas municipales.

Las contrataciones en A Illa se realizan de finales de junio a finales de septiembre. En el caso de O Grove, doce trabajadores se contratan por un periodo de tres meses y el resto por dos.

Al igual que A Illa, Vilagarcía también cuenta con dos playas de Bandera Azul, que son O Campanario (Bamio) y O Preguntoiro (Vilaxoán). Para mantener el distintivo, sendos arenales deben tener servicio de socorrismo. A ellos se suma la playa urbana de la ciudad, la de A Concha-Compostela, que aunque no tiene Bandera Azul, registra una gran afluencia de bañistas cada verano.

El gobierno de Alberto Varela ha vuelto a solicitar este año a la Xunta 12 vigilantes a jornada completa para distribuir entre las tres playas, si bien la convocatoria todavía no está resuelta, precisan fuentes municipales. En 2018 se concedieron diez plazas.

Para este 2019 Ravella ha pedido una subvención de 54.000 euros, a los que hay que sumar 2.855,16 euros que la administración municipal está dispuesta a sufragar con sus fondos. El periodo de contratación se sitúa en tres meses a contar desde el 1 de julio.

El responsable del Servizo Municipal de Emerxencias, Francisco Javier Guillán Busto, admite que la escasez de socorristas formados es un problema de base. De hecho el año pasado fue el primero que en Vilagarcía se cubrieron todas las plazas ofertadas en la primera convocatoria. Y ello fue posible gracias a los alumnos que terminaron el módulo de socorrismo del Obradoiro de Emprego. "Salieron ocho socorristas y varios de ellos estuvieron trabajando en verano en las playas de Vilagarcía después de superar los procesos de selección", recuerda Busto.

Actualmente está en marcha la segunda edición de este módulo formativo, que terminará con seis socorristas titulados, por lo que desde Emerxencias esperan volver a cubrir toda la oferta de la temporada estival de 2019.

Con respecto al municipio de Vilanova, el Concello solicitó el año pasado a la Administración autonómica tres vigilantes, pero según explica el alcalde, Gonzalo Durán, "no se pudieron cubrir las tres plazas por falta de demanda".

Ribadumia no tiene mar pero sí que contrata socorristas en verano para la piscina municipal. El funcionamiento de las instalaciones suele coincidir con las vacaciones escolares, entre finales de junio y principios de septiembre. "Abrimos a partir de las dos de la tarde hasta las nueve de la noche todos los días, de lunes a domingo", apunta el regidor, David Castro. Los dos socorristas contratados también trabajan en este mismo periodo.