Aunque se le vincula a O Grove, donde ejerció como médico durante los últimos 39 años, Manuel Eduardo García Díaz nació hace 65 en Vilagarcía de Arousa.

-Sus orígenes son vilagarcianos...

-Así es. Nací hace la friolera de 65 años en el seno de una familia de clase media trabajadora de Vilagarcía de Arousa. De mi padre, Luis García Lago, aprendí, entre otras muchas cosas, el espíritu de esfuerzo y sacrificio, así como la pasión por los perros y por el campo. De mi madre, Manuela Díaz Robado, recibí, con su ejemplo, la educación en valores cristianos, el cariño y la sensación de protección que no ha dejado de acompañarme toda la vida, aunque ya no estén físicamente ninguno de los dos. Pertenezco a una de las primeras generaciones en la que los hijos de clase media pudimos acceder a la enseñanza superior a pesar del esfuerzo que suponía para nuestras familias.

-¿Y cómo empezó su carrera profesional en O Grove?

-Inicié mi andadura profesional en mayo de 1980 y en agosto de aquel mismo año me casé con la chica de mis amores, Clara Melo Bobillo (Tachi), en la hermosa capilla de A Lanzada, de la mano de Don Daniel Espiño, mi admirado y querido Don Daniel. Criamos a dos regaliños del cielo a los que llamamos Manuel y Laura, de los que nos sentimos profundamente orgullosos y que nos hicieron, con algún que otro bache, más llevadero el camino.