La paulatina caída de la matriculación en los últimos años es una realidad en los colegios de Vilagarcía y también de otros municipios. Pero la previsión para el próximo curso en la capital arousana se presenta desoladora, pues todos los CEIP sin excepción perderán escolares en 4º de Educación Infantil, es decir, la etapa de 3 años, cuando los pequeños empiezan el cole. El caso más extremo se encuentra en A Lomba, que debido a la falta de alumnado casi con toda probabilidad perderá una unidad, pues ayer se habían inscrito 15 niños y son necesarios más de 25 para mantener la doble línea (en el Anexo, con una unidad, se apuntaron por ahora 16). El plazo para presentar las solicitudes de admisión finaliza mañana.

En la otra cara de la moneda están las escuelas unitarias, pues tres de las cuatro que actualmente funcionan en Vilagarcía experimentan un incremento de alumnos, un hecho inédito teniendo en cuenta que algunas de ellas han estado al filo de la navaja, como son la de Vilar-Bamio o la de Solobeira, con siete y ocho escolares respectivamente en el presente curso. La que no pudo aguantar fue la de Pedroso, también en Bamio, que la Xunta cerró hace unos años por no alcanzar el mínimo marcado de 6 niños.

Según los datos facilitados por cada centro, en la unitaria de Vilar se marchan dos menores para Primaria, por tanto quedan cinco, a los que hay que sumar otros tres que se inscribieron para empezar en septiembre. Así serían ocho, aunque la responsable de la escuela confía en llegar a nueve o diez, pues todavía queda la jornada de mañana para entregar los formularios.

En el caso de Solobeira, dos de los ocho niños finalizan la etapa de Infantil, y por tanto quedan seis. Hasta ayer se anotaron cuatro nuevos, así que esta unitaria del sur vilagarciano ya tiene garantizada una matrícula de diez pequeños para el próximo curso.

La más numerosa de las cuatro escuelas rurales del municipio es la de Aralde-Sobrán. De los quince niños, cuatro pasan a primer curso de Primaria. Hasta ayer habían llegado a esta escuela seis solicitudes cubiertas, aunque la profesora había repartido diez, por lo que confía en recibir alguna más hasta que se cierre el plazo de admisión.

En el caso de que se llegasen a entregar todos esos impresos, la matrícula alcanzaría los 21 menores, lo que haría necesaria la apertura de una segunda unidad, pues cuando los alumnos de 3, 4 y 5 años estudian juntos en el mismo aula, el ratio se sitúa en un máximo de 20 niños, no de 25. En el supuesto de que esto ocurriese, la unitaria de Aralde cuenta con espacio suficiente para una segunda unidad.

La cuarta escuela rural de Vilagarcía se ubica en Guillán. Aunque es la única de las cuatro no que aumentará el número de alumnos, sí que se han inscrito más que el curso pasado (cuatro frente a dos). El problema es que de los 14 escolares actuales, diez pasan a Primaria, por lo que solamente se quedan cuatro. Al igual que ocurre en otros centros, confían en que mañana se entreguen alguna instancia de última hora.

Aunque la mayoría de los niños de las unitarias residen en las proximidades, también se dan casos de familias que optan por estos recintos por su modelo educativo. La atención es más personalizada y suelen disponer de espacios más diáfanos en los que conviven menores de distintas edades (3,4 y 5 años).

En lo que respecta a los colegios públicos de Infantil y Primaria (CEIP), todos pierden alumnos en la etapa de 3 años. Además del caso ya mencionado de A Lomba, en el Arealonga solo se han inscrito por ahora 4 pequeños. En la EEI Vagalume también han notado la caída de la natalidad. Mantienen las dos líneas de 4º de Infantil pero con menos afluencia.

Y es que según los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE), en 2016 nacieron en Vilagarcía 264 bebés, lo que significa un 18% menos que en el ejercicio anterior, cuando se registraron 324 alumbramientos. El de 2016 es el número de nacimientos más bajo de las últimas dos décadas, pues para encontrar una cifra inferior hay que remontarse a 1998 (243 recién nacidos).

En A Escardia, un centro público ubicado en el centro de Vilagarcía que tradicionalmente siempre ha tenido mucha demanda, se han inscrito quince niños de 3 años (en el curso actual suman 21).

Similar situación se registra en O Piñeiriño, aunque este centro tiene doble línea. De 42 escolares pasa a 29, que son las solicitudes entregadas hasta ayer.

Ya fuera del casco urbano, el CEIP de Rubiáns recibió hasta ayer 13 instancias (el curso pasado fueron 24) y el Rosalía de Castro, en Carril, 17. Ambos colegios tienen una única línea para 4º de Infantil.

En Vilaxoán el descenso ha sido más acusado. En cursos anteriores han tenido que baremar al superar la demanda a las plazas ofertadas, pero este año no será necesario pues por el momento solo se han inscrito 12 alumnos de 3 años.

En el campo de la enseñanza concertada, el colegio Sagrada Familia-Filipense espera cubrir las 50 plazas ofertadas (tiene doble línea) en la etapa de 3 años. Desde el centro situado en Vista Alegre señalan que la apertura del comedor ha ayudado a incrementar la matrícula, pues el servicio está funcionando muy bien y supone una ayuda a las familias a la hora de lograr la complicada tarea de conciliar.