Las intensas precipitaciones registradas de noche, las obras que se llevan a cabo en esta zona casi de forma permanente y el pésimo estado de conservación de las viejas canalizaciones parecen haberse conjugado para provocar ayer la enésima rotura de la red de abastecimiento de agua en Vilagarcía.

Una vez más, como no podía ser de otro modo, en la avenida del Doutor Tourón, donde los vecinos y hosteleros están "indignados" por la sucesión de problemas que padecen a causa de las interminables roturas del abastecimiento.

Esta vez con el agravante de que fue preciso cortar el suministro, de ahí que cientos de personas se vieran afectadas cuando al despertarse constataron que de sus grifos no salía el líquido elemento o la presión era escasa.

Desde las seis de la madrugada

Todo se originó pasadas las seis de la madrugada. Poco antes de las siete estaban en la zona efectivos del Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil, que junto a la Policía Local se ocuparon de poner un poco de orden en la calle.

La tubería reventó en el margen derecho de la carretera PO-549 a la altura de los semáforos recientemente instalados cerca de la glorieta de la Marina Española, es decir, donde finaliza la avenida Rodrigo de Mendoza y empieza Doutor Tourón, para avanzar hacia la avenida de Cambados.

Es, como bien saben los vilagarcianos, una de las principales arterias de circulación de la ciudad. Y ayer fue de nuevo en un caos, agravado por el hecho de que se celebrara en horario vespertino el aplazado desfile de carnaval, con la consiguiente afluencia de vehículos desde diferentes puntos de la comarca.También un garaje

Una vez detectada la avería, con la calle anegada y riesgo evidente de que el agua afectara a negocios cercanos, el primer paso fue cortar el abastecimiento. Acto seguido los miembros de Emerxencias procedieron a limpiar las aceras y la calzada, que habían quedado cubiertas de agua y barro. Después intervinieron en el garaje de un edificio cercano, que también se vio inundado a causa del agua que salía desde el subsuelo.

Mientras tanto, los agentes de la Policía Local regulaban el tráfico, elaboraban el correspondiente informe y se percataban de que la fuerza del agua en el subsuelo, hasta salir al exterior por el margen contrario de la calzada, había provocado el abombamiento del firme. De ahí que se planteara la posibilidad de cortar ese carril, a la altura de la cafetería Bella Arosa, para proceder a su reparación.

Finalmente no se hizo, pero no se descarta que sea necesario para aportar una nueva capa de aglomerado asfáltico, con lo que esto supondrá de perjuicios añadidos para vecinos y usuarios.

Horas después de que se registrara la rotura y la fuga aparecieron en escena operarios de la empresa concesionaria, Espina y Delfín, que una vez más tuvieron que romper la calzada, abrir una zanja -hay otra apenas veinte metros más adelante-, localizar la avería y empezar a repararla, con un carril cortado al tráfico.

A medida que se ejecutaban esas reparaciones se restablecía el abastecimiento y poco a poco, a lo largo de la tarde, los vecinos empezaban a recibir agua nuevamente.

A eso de las 16.15 horas los trabajadores de Espina y Delfín aseguraban que todo estaba subsanado ya y que solo faltaba tapar la zanja que habían abierto y volver a adecentar la carretera, lo cual harían en las horas posteriores.

Mientras esto sucedía, desde lugares como Sobradelo y Vista Alegre los vecinos llamaban a la policía y al servicio de emergencias alertando de otros escapes de agua. En este caso no eran averías. Lo que sucedía era que Espina y Delfín había decidido abrir hidrantes para reducir la presión y que una vez retomado el suministro por Doutor Tourón no se produjeran roturas en otros puntos.