-¿Cómo surgió la oportunidad de irse a trabajar allí?

-Durante unas prácticas en el CiQUS en Santiago promovidas por el CIFP Politécnico de Santiago recibí una llamada de Juan Carlos Codesido, uno de mis profesores del mismo centro, diciéndome que acababan de recibir una oferta desde una compañía farmacéutica maltesa y que como yo había hecho las prácticas en Malta yo era el candidato ideal.

-¿Costó tomar esa decisión?

-Fue algo difícil sí. Los que me conocen saben que me gusta vivir donde vivo y además nunca había pasado más de 3 meses fuera de Galicia, menos aún en el extranjero. Me llevó mucho tiempo pensarlo y lo consulté con prácticamente todas las personas que conozco y recibí respuestas de todo tipo. Al final pensé que lo peor que podía pasar era que no me saliese bien y tener que volver a casa, así que por fin me decidí.

-Lleva en Malta poco más de dos años, ¿qué fue lo que más costó de la adaptación allí?

-Sin duda alguna el clima. Este país es muy caluroso y a mi me gusta el frío, así que la diferencia térmica me resultó bastante desagradable hasta que me aclimaté.

-¿Cómo es su rutina en un día normal de trabajo?

-Trabajo por turnos así que depende, pero para poner un ejemplo mi rutina cuando trabajo de mañana (de 6 de la mañana a 2 de la tarde). Voy a trabajar y, si todo va bien, salgo a las dos en punto, si no, me quedo solucionando cualquier problema que necesite de mi atención y no me voy hasta que esté arreglado lo que puede suponer salir de trabajar incluso a las 6 de tarde en el peor de los casos. Después del trabajo voy o a casa a hacer las tareas del hogar y relajarme o me voy a tomar unas cervezas con mis amigos.