El descenso de la natalidad está afectando seriamente a la matriculación de los colegios. Está a punto de cerrarse el plazo de admisión (está abierto hasta el miércoles 20 de marzo) y varios centros han experimentado un notable bajón de alumnos. Es el caso del CEIP A Lomba, uno de los colegios públicos ubicados en pleno casco urbano de la ciudad, junto con el Anexo, Arealonga, EEI Vagalume, A Escardia y O Piñeiriño.

Según explican las profesoras de 4º curso de Infantil de A Lomba, hasta ayer por la mañana solo se habían inscrito 12 niños de 3 años para empezar en septiembre en el cole, una cifra que pone en peligro una de las dos líneas con las que cuenta actualmente este centro en cuarto de Infantil. Y es que son 30 niños repartidos en dos unidades (15 en cada una).

Para poder mantener la doble línea es necesario alcanzar un mínimo de 20 alumnos (por ahora hay 12), por lo que desde este colegio vilagarciano animan a las familias con hijos nacidos en 2016 a elegir A Lomba para iniciar la escolarización de sus pequeños.

Las profesoras resaltan que es el único colegio público del municipio con cocina propia, en la que se elaboran cada día menús muy saludables y sabrosos, preparados con productos de calidad. Los demás centros educativos de Vilagarcía gestionados por la Xunta que cuentan con comedor disponen de servicio de catering, como es el caso de Carril, Vilaxoán o Rubiáns.

Las docentes de A Lomba también hacen alusión al Proyecto Documental Integrado (PDI) en el que participan todos los cursos del centro, desde los alumnos de menor edad, como son los de cuarto de Infantil (3 años). "Este año estamos trabajando en "Arteando pola Lomba" y el curso anterior nos volcamos en "A Lomba polo mundo", señala una de las profesoras.

Al igual que otros colegios, A Lomba también cuenta con Plan Madruga -organizado por la Anpa- y actividades extraescolares.

Fuentes del ámbito educativo indican que habitualmente el primer curso de Infantil tanto en el Vagalume como en A Escardia o en el Anexo A Lomba suelen colgar el cartel de completo. Sin embargo este año no ha ocurrido así y por ahora disponen de plazas vacantes.

En lo que respecta a las escuelas unitarias, ubicadas en el rural, la Xunta les obliga a tener un mínimo de 6 alumnos para mantenerlas abiertas. Precisamente por escasez de niños, hace unos años cerró la de Pedroso, en Bamio. Los padres lucharon para que continuase en funcionamiento pero no fue posible.