De forma periódica, las algas se convierten en un severo problema para las mariscadoras de Vilanova, al cubrir con un espeso manto verde las playas donde se concentra gran parte de la producción marisquera.

Este año, con los últimos temporales, no ha sido una excepción, y esa densa capa ya ha aparecido en lugares como O Terrón, As Patiñas o la Amorosa de As Sinas, zonas en las que "contamos con una gran cantidad de marisco de tamaño pequeño que, si no actuamos, puede desaparecer".

Así lo reconoce la patrona mayor de Vilanova de Arousa, María José Vales Martínez, que ya ha organizado el trabajo de las mariscadoras para las próximas semanas, con turnos de limpieza para evitar que la acumulación de algas pueda acabar dañando unas zonas "fundamentales para nosotras". Vales asume con resignación esta situación que se repite con cierta periodicidad ya que "cada vez que los temporales de fondo agitan el mar, acaban trayendo a tierra las algas, lo que tenemos que hacer es evitar que se acaben pudriendo en las playas, ya que acabarían con la almeja".

Esos trabajos de limpieza se iniciaron el pasado fin de semana, cuando la mayor parte de las 250 mariscadoras que componen la agrupación de marisqueo a pie retiraron del entorno de O Terrón unos 25 tractores cargados de algas. A ellas se han sumado vecinos del municipio vilanovés que ya se han acercado a la Cofradía para recoger algas con destino a los campos de labradío.

"La próxima semana nos vamos a repartir el trabajo por grupos, mientras unas van a realizar su actividad de forma normal, otro grupo se centrará en retirar la capa verde que cubre los bancos marisqueros antes de que puedan pudrirse sobre el marisco", explica Vales.

Uno de los grandes problemas que tiene la Cofradía es deshacerse de las algas una vez son retiradas de las playas. Desde el pasado año, la Cofradía se ha embarcado en un proyecto para tratar de buscar una fórmula válida que sirva para acabar con las algas una vez retiradas de las playas. Antes de embarcarse en este estudio, las mariscadoras tuvieron muchos problemas con otras entidades por arrojar las algas en el monte. Es por ello que, a través de los Grupos de Acción Local Pesqueira (GALP) están buscando fórmulas que sirvan para eliminarlas y convertirlas en nitratos, con destino al abonado de fincas.