El recuento de fitoplancton tóxico en agua de mar realizado por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) confirma incrementos significativos tanto de toxinas lipofílicas, entre las que se encuentran la diarreica (DSP), como de toxina paralizante (PSP).

Esto hace sospechar que el cierre de bateas, que afecta ya a la mitad de los polígonos de la comunidad autónoma, puede prolongarse en el tiempo, quizás hasta finales de mayo o principios de junio, como suele ocurrir cada año.

Lógicamente todo va a depender de las condiciones meteorológicas que se registren en las próximas semanas, ya que no es más que un episodio natural, y por tanto es imposible predecir con exactitud qué puede ocurrir.

Lo único cierto ahora que se desarrolla esta "veda" natural, propiciada por el afloramiento de primavera, es que con base en el informe emitido a mediodía de ayer por el Intecmar hay incremento de lipofílicas en las estaciones de medición de Boca Sur y Boca Norte, en la ría de Vigo; en la de Baiona; en Boca Sur, Boca Norte y Ons, dentro de la ría de Pontevedra; en los puntos de control arousanos de Boca da Ría y Aguiño; en prácticamente todas las estaciones de seguimiento de Muros-Noia; y en la ría de Ferrol.

Y como se explicaba anteriormente también se aprecian incrementos con la toxina paralizante, en este caso en Combarro y Aldán Interior, en la ría de Pontevedra; con "presencia significativa" en la estación de Rianxo (Arousa) y en la estación costera de Baiona.

Las células tóxicas siguen así en expansión gracias al afloramiento de primavera, elevando a más de una veintena los cierres de polígonos bateeiros de las Rías Baixas en los que se prohíbe la extracción.

A media tarde de ayer seguían cerrados seis en Arousa, los cuatro de Muros-Noia, los ocho de Pontevedra y tres de los doce existentes en Vigo.

De forma más detallada puede decirse que a las siete de la tarde estaban cerrados en Arousa los polígonos enclavados en la boca de la ría, es decir, el Ribeira B, el Ribeira C y los cuatro de Meloxo (O Grove).

Como siempre, las suyas son las primeras bateas de esta ría en recibir los nutrientes, de ahí que sean las de mayor rendimiento. Pero con esos aportes también llega el fitoplancton portador de biotoxinas, por lo que son las primeras en cerrar.

Vigo y Baiona

A la misma hora en la ría de Vigo, en la que se fondean 483 bateas, estaban cerrados los polígonos bateeiros Cangas F, Cangas G y Cangas H, por lo que aún tenía otros nueve polígonos operativos.

Asimismo, el único polígono bateeiro de Baiona, con 15 viveros flotantes, estaba asimismo cerrado por toxinas lipofílicas.

Según los últimos informes del Intecmar, la de Pontevedra sigue siendo la ría más castigada por las biotoxinas. Fue la primera en notar los efectos de este episodio tóxico primaveral, de ahí que se cerrara el polígono Portonovo B el pasado día 1.

Desde entonces los niveles no dejaron de subir, por lo que ayer estaba prohibida la extracción en sus ocho polígonos (343 bateas), tanto en los tres de Portonovo como en los tres que tiene en Bueu y los dos localizados en aguas de Cangas.

Para completar las Rías Baixas hay que aludir a Muros-Noia, donde el día 1 se cerraron los polígonos Muros B, Muros A y Noia A, para hacer lo propio solo cuatro días después con el Muros C, dejando sus 122 bateas temporalmente clausuradas.

Mejor suerte tuvieron hasta ahora el centenar de bateas alineadas en los polígonos Sada 1 y Sada 2, que son los situados más al norte, en la ría de Ares-Betanzos. Hasta ayer seguían plenamente operativos, demostrando que son los más resguardados frente a la "marea roja" y, normalmente, los últimos en verse afectados por los cierres.

A buen seguro en los próximos días se producirán nuevos cierres por esto que popularmente se conoce como "marea roja", aunque no es un término exacto, ya que la marea roja o purga de mar es en realidad un fenómeno de coloración en el agua del mar visible a simple vista.

La coloración del agua puede ser tanto roja como de tonos rojo-anaranjado, marrón-verdoso, marrón-rojizo o marrón-chocolate.

La coloración de las mareas rojas se origina por los pigmentos que permiten a los organismos microscópicos captar la luz solar para realizar la fotosíntesis. Y de este modo dan una coloración que varía dependiendo del tipo de pigmentos y de las proporciones entre ellos.