En O Salnés, la práctica totalidad de las denuncias de malos tratos que llegan a los juzgados son consecuencia de un atestado policial anterior. La mayoría de las mujeres prefieren denunciar en sede policial que en los juzgados. Otro aspecto a valorar es que las denuncias interpuestas por las familias de las víctimas siguen siendo prácticamente inexistentes en la comarca arousana, hasta el extremo de que el último año solo se contabilizó una, en el partido judicial de Cambados.

Sin embargo, a nivel estatal sí que se pusieron más, y es un dato que Ángeles Carmona resalta como positivo. "Este año, hemos duplicado el porcentaje de denuncias presentadas por familiares de las víctimas, sobrepasando un cuatro por ciento del total, cuando apenas se superaba un dos por ciento en 2017. Es motivo de esperanza, pues en la implicación de familiares y entornos cercanos se gana mucho terreno para combatir, por un lado, la propia violencia de género y, por otra parte, para que la víctima deje de sentir buena parte de su soledad y desamparo".

En opinión de la presidenta del Observatorio, "el mensaje a trasladar a la ciudadanía es que pese a todos los imponderables que coexisten en una materia tan sensible como es la violencia de género, no hay impunidad alguna y el Estado de Derecho funciona". "Los datos de este pasado año nos alertan, sin embargo, de que sigue creciendo el número de víctimas y apenas desciende también el de menores enjuiciados por la comisión de delitos de violencia de género. Me preocupa que persistan todavía actitudes de violencia machista en nuestros jóvenes". En ellos aún no cuajaron los valores de igualdad.