Camiones y autocaravanas pueden encontrarse con enormes dificultades si circulan por la carretera de Monte Siradella, la EP-9102, y se desvían por Cova da Loba y Con da Hedra para dirigirse a la PO-317, que une San Vicente de O Grove con A Lanzada. Y es que las indicaciones del GPS y una deficiente señalización introducen a muchos de esos vehículos en una estrecha y sinuosa pista asfaltada de la que no tienen escapatoria.

Se convierte incluso en una "ratonera" para camiones y se sitúa entre Con da Hedra y Reboredo, y más concretamente en el lugar de Os Castiñeiros.

Está cerca de una industria transformadora de pescado con tanto movimiento de vehículos como "Atunlo", la factoría situada en la subida a Siradella también conocida como "Frigrove".

De ahí que hasta ese lugar lleguen infinidad de camiones a lo largo del año, y a diario, muchos de ellos procedentes de diversos países del continente europeo y conducidos por personas que no saben hablar español.

Lo que sucede en ocasiones, y dicen los vecinos de Os Castiñeiros que "constantemente", es que al seguir las indicaciones del navegador, esos camiones que salen de la fábrica en lugar de conseguir abandonar O Grove se introducen de lleno en un callejón sin salida, y ya no tienen escapatoria.

Otros acaban ahí por despiste, ya que la escasa y deficiente señalización les hace confundir esa pista rural con la verdadera carretera de salida.

Para que el lector se haga una idea puede explicarse que los camiones y autocaravanas que quieren salir de "Atunlo" y/o Siradella avanzan por la estrecha carretera de Cova da Loba y Con da Hedra. Al superar este último punto, donde se encuentra un conocido mirador y el establo de las vacas cachenas que crían los comuneros de San Vicente de O Grove, hay una intersección.

Y es aquí donde se produce la confusión. Los vehículos deben girar hacia la izquierda para dirigirse a la carretera PO-317 que une Pedras Negras con A Lanzada, para así salir de la localidad hacia el istmo. Pero el GPS puede invitarlos a girar a la derecha.

Es cierto que en ese cruce, donde se instala la carpa en la fiesta de exaltación de la carne de vaca cachena, hay señales que impiden el paso a la derecha e indican que esa carretera no tiene salida, pero quedan situadas en el margen derecho de los vehículos, de ahí que los conductores al volante de camiones y autocaravanas no puedan verlas.

Por eso acaban girando con la intención de llegar a la carretera O Grove-San Vicente, la EP-9101, pero no podrán y acabarán metiéndose en una "ratonera" porque un kilómetro más adelante la carretera se estrecha tanto que ya casi ni pasa un turismo.Abre su portal a las autocaravanas

Una vecina del lugar, cansada de pedir en el Concello que se instale una mejor señalización en la zona para evitar estos contratiempos, explica que si ella está en su casa y las atrapadas en este vial son autocaravanas, les abre el portal exterior de su finca para permitirles que puedan entrar a la misma y dar la vuelta.

Si no es así, esos vehículos tienen que salir marcha atrás por el estrecho vial, lo cual resulta enormemente complicado, ya que tiene muchas curvas y una pronunciada pendiente.

Mucho más difícil, a veces imposible, es la maniobra que deben realizar los camiones. Algunos, como sucedió nuevamente en la tarde noche de ayer, ni siquiera son capaces de salir marcha atrás por sus propios medios, de ahí que deban pedir la ayuda de una potente grúa que los remolca muy poco a poco.Cuatro horas atrapado

En este caso concreto el camión estuvo atrapado durante cuatro horas y la maniobra de la grúa encargada de sacarlo de allí se prolongó por espacio de dos, ya que el tráiler atrapado estaba cargado y su peso, unas cuarenta toneladas, complicaban enormemente el operativo de rescate.

Algunos conductores "se desesperan para salir, sobre todo cuando no conocen nuestro idioma y no saben cómo actuar", explica Pilar, una de los residentes en Os Castiñeiros que presencian estos episodios con "demasiada frecuencia".

Ni que decir tiene que las molestias, perjuicios e incluso pérdidas económicas pueden ser enormes tanto para los camioneros como para las empresas de transporte y comercialización, puesto que el embotellamiento de los vehículos genera retrasos importantes en la ruta de los mismos y la entrega de los pedidos.

También los vecinos sufren las consecuencias, pues cuando un camión o una autocaravana se atascan ya nadie más puede transitar por este vial.Sin poder salir de casa

En el caso concreto de Pilar cuando un tráiler queda encajonado frente a su casa ni siquiera puede salir de su propiedad con su coche. Ayer, sin ir más lejos, cuando quiso hacerlo tuvo que esperar dos horas, hasta que la grúa completó el rescate del tráiler frigorífico protagonista en esta ocasión.

Tanto ella como otros vecinos que conocen esta situación explican que los problemas se repiten "desde hace tres años", e insisten en que ya hablaron en repetidas ocasiones con el Concello y la Policía Local "para que instalen señales de advertencia o mejores indicadores, pero todo sigue igual".