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Victoria da Silva Diz: "La inmunoterapia es un avance espectacular en el tratamiento de algunos tipos de cáncer"

La científica carrilexa trabaja en la Universidad de Rutgers en el desarrollo de soluciones contra los tumores

La vilagarciana, que lleva en Estados Unidos desde septiembre de 2017, en plena labor investigadora en el laboratorio norteamericano. // FdV

Victoria Da Silva ha logrado convertir su inquietud por la ciencia en su modo de vida. Su enorme valía le abrió las puertas de la investigación en Estados Unidos en una materia de tanta trascendencia como el cáncer. Desde su Carril natal hasta New Jersey con escalas previas en Barcelona y San Diego. Toda una meteórica carrera como investigadora que no ha hecho más que comenzar.

- Está usted formando parte de la vanguardia investigadora en la lucha contra el cáncer, pero retroceda a sus inicios. ¿Cuándo se dio cuenta de que su vocación eran los laboratorios?

- Desde los laboratorios en los que he formado y formo parte intentamos estar en la vanguardia, es imprescindible en nuestra profesión. He tenido la suerte de contar con unos mentores magníficos en todas mis etapas y de compañeros que me han apoyado y aportado muchísimo. Trabajamos en equipos interconectados donde los intercambios de opiniones y pensamientos son necesarios y muy enriquecedores. Es ese sistema de interconexión el que promueve hoy en día el avance.

De vuelta a mis orígenes, pues de pequeña era un poco nerd, me encantaba leer y en cuanto podía me compraba revistas de divulgación o recortaba cualquier noticia de prensa relacionada con avances científicos, que compartían espacio en mi carpeta y en las paredes de mi habitación con imágenes de Raúl y el Real Madrid, ésta era otra de mis pasiones. Pero no fue hasta COU cuando me enganché a la biología molecular. Creo que en aquellos momentos empezaba el boom de la genómica a gran escala que finalizó con la secuenciación del genoma humano. Soñaba con ser Craig Venter o Francis Collins, que eran las caras visibles de los equipos encargados del proyecto y que finalizó con la famosa foto con Clinton. Solo espero que las niñas de hoy en día tengan mas referentes femeninos en todos los campos.

- Está usted licenciada en Biología y Bioquímica, ¿qué fue lo primero? ¿Y por qué se decidió a seguir aumentando su formación?

- Empecé Biología en la Universidad de Santiago y al acabar tercero surgió la oportunidad de realizar cuarto con una beca Séneca de intercambio en la Universidad de Barcelona. Allí ofrecían la opción de cursar Bioquímica, que entonces era una licenciatura de segundo grado que no se ofrecía en el sistema universitario gallego. En aquel momento me pareció una buena opción quedarme un par de años más. Bioquímica tenía un plan de estudios mucho más aplicado que Biología, que era más teórico. Además, contaba con un sistema de enseñanza mucho más reducido, con más acceso a los laboratorios. Fue una experiencia increíble.

- El estudio molecular le llevó a involucrarse de pleno en el estudio del cáncer.

- Lo tuve muy claro al acabar mi formación académica.

- Empezó en Barcelona con su tesis doctoral en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge. ¿En qué centró esos estudios?

- Que haya llegado al punto en el que actualmente estoy se lo debo principalmente a esta etapa y a mi directora de tesis, Puri Muñoz. Además, formamos parte de un departamento, el programa de epigenética y biología del cáncer, que en sus inicios, tuvo un ambiente muy constructivo y enriquecedor. Durante ese periodo mis estudios se centraron en identificar y definir las alteraciones moleculares y funcionales de las células madre del cáncer durante la iniciación y la progresión tumoral en carcinomas epiteliales. Tuve acceso a tecnologías y modelos animales que hoy están en la vanguardia de la investigación. Allí tuve la oportunidad de empezar a trabajar con los PDX (en ingles, patient derived xenografts), que son modelos basados en la implantación de tumores humanos en los órganos correspondientes de ratones immunodeprimidos y que permiten estudiar las dinámicas de crecimiento, desarrollo de metástasis y respuesta a fármacos en un ambiente real y no en un soporte de plástico.

- Y de Barcelona dio el salto a la Universidad de California-San Diego. ¿Cómo surgió esa posibilidad?

- Es parte de la carrera científica, cuando decides continuar por la vía académica. Mi caso no es nada especial. La posibilidad surge a partir de un interés mutuo después de un intercambio de e-mails y entrevistas vía Skype.

- ¿Costó tomar esa decisión?

- Siendo sincera, bastante, tanto a nivel profesional como personal. Aquí tenia mi zona de confort y mi círculo de confianza. Fue un poco como un salto al vacío, aunque sabía que tendría un colchón. Pero este tipo de decisiones también forman parte de mi carrera profesional, son oportunidades que amplían los conocimientos y que nos enseñan otras formas de trabajar. En este trabajo estamos en formación constante.

- Allí, en la Universidad de California San Diego, estudiaba los mecanismos que regulan el desarrollo y la resistencia a las terapias en tumores cerebrales en el grupo de investigación del Doctor Jeremy Rich. ¿Qué supuso?.

- Mi estancia en California fue bastante corta, aunque si tuve la oportunidad de disfrutar durante unos meses del ambiente intelectual que rodeaba al campus. Todo esta organizado para el desarrollo de una ciencia de alto impacto. En cuanto a aspectos más concretos, el glioblastoma es un tipo de cáncer especialmente letal para el cual las terapias convencionales son sobre todo de tipo paliativo. Desde el laboratorio de Jeremy, como bien ha mencionado, se dedican a entender y a describir los mecanismos que controlan el desarrollo y mantenimiento de este tipo de tumores, así como al diseño de nuevas estrategias terapéuticas. Jeremy es un gran medico, le deseo todo lo mejor tanto a él como a su equipo. Mi estancia en su laboratorio la considero a nivel personal como una de las más importantes y definitorias en mi carrera profesional. Saber lo que quieres, pero también lo que no quieres forma parte del proceso de aprendizaje.

- Se ha producido un cambio de universidad. ¿A dónde y por qué razón?

- Sí, ahora estoy en el laboratorio de Daniel Herranz, en la Universidad de Rutgers, en New Jersey, donde estudiamos la conexión entre metabolismo y epigenética en un tipo particular de leucemias, las leucemias linfoblásticas agudas de células T. Es un nuevo paso en mi carrera que me tocó dar y encantada de aceptarlo.

- Los profanos en la materia se preguntan si el cáncer encontrará su antídoto.

-Si como antídoto se refiere a vacunas, ya existen para determinados tipos de cáncer, en particular para aquellos que se producen tras una infección vírica, como es el cáncer de cérvix. Ahora que estamos en medio de un movimiento social antivacunas, solo cabe recordar y enfatizar que las vacunas han supuesto uno de los avances médicos mas importantes de la historia y que los beneficios han quedado patentes en el incremento de la esperanza de vida actual.

- Quizá estemos hablando de la solución más demandada de toda la humanidad. Ello supone una responsabilidad añadida. Se entiende que cualquier avance en esta materia se trata con pies de plomo.

- Perdone que discrepe, pero no lo creo. Tenemos otros problemas sociales y humanos más importantes por delante, como son las crisis humanitarias que nos rodean y a las que giramos la cabeza y miramos para otro lado. Yo tengo la responsabilidad de hacer lo mejor posible lo que sé hacer y me divierte, que es mi trabajo. Es verdad que a veces, se dan titulares demagógicos que juegan con la esperanza de lo que realmente importa, que son los pacientes. Está en nuestra responsabilidad, la nuestra como investigadores y la vuestra como prensa, el reflejar lo más objetivamente posible los avances.

- Incluso ha habido investigadores estadounidenses que han pedido precaución en los estudios que analizan la efectividad de la inmunoterapia contra el cáncer.

-Este caso que presenta de la inmunoterapia ha supuesto un avance espectacular en el tratamiento de algunos tipos de cáncer, como por ejemplo el melanoma. Hay que recordar que la inmunoterapia engloba diferentes aproximaciones que han ampliado el espectro de posibles tratamientos a tumores que no respondían a terapias anteriores. Cualquier porcentaje de mejora, por pequeño que sea, supone un gran salto. Es cierto que no es la solución definitiva, pero no hay que menospreciarla.

- ¿En su caso, se vuelve a demostrar que Estados Unidos es la principal referencia en cuanto a materia de investigación?

- Estados Unidos es una opción más, como la es también otros países europeos como Alemania o Inglaterra. Yo soy bastante defensora de la ciencia en España, aquí contamos también con centros punteros en muchos campos de investigación como el cáncer, las neurociencias, las enfermedades cardiovasculares o los análisis de datos ómicos de gran escala. Esto solo en el campo de la biomedicina, que es lo que yo directamente conozco. La diferencia es la inversión que otros países dedican a la investigación, las trabas burocráticas del día a día que nos encontramos para las cosas más simples y la precariedad laboral. Pero a pesar de ello, la ciencia sigue siendo de muy alta calidad en España.

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