La campaña de pesca de lamprea en el río Ulla entra en su recta final, y de nuevo lo hace con mucha más demanda que oferta. Los pescadores de las cofradías de Carril y Rianxo que se dedican a su captura en aguas de Pontecesures, los integrantes del colectivo de valeiros, hablan de "un mal año" cuando se les pregunta por la evolución de esta que, no cabe duda, está siendo una temporada con excesivos altibajos y un pobre balance global.

La pesca de este pez cartilaginoso mediante el empleo de nasa butrón desde embarcación empezó de manera formidable, con importantes capturas de una lamprea quizás más madrugadora de lo habitual.

Pero aquello fue un espejismo y la "dama del Ulla" desapareció de escena a medida que descendía el caudal del río.

Llegó a mediados de febrero una etapa de transición y cierta recuperación que invitaba al optimismo, de tal forma que las capturas empezaron a aumentar de nuevo. Y así continuó la actividad hasta que, en los últimos días, parece apreciarse un nuevo bajón, coincidiendo de nuevo con el empeoramiento de las condiciones meteorológicas.

Los pescadores se quejan porque no hay lamprea, como tampoco anguila, y algunos llegan a decir que la actual está siendo "la peor campaña de los últimos tiempos".

Parece que se están pescando entre cinco y diez ejemplares diarios, en cada barco, y se venden a unos 25 euros, si se trata de lamprea mediana, o a más de 35, en el caso de las grandes.