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Escolares de los Salesianos retiran 30 bolsas de basura de orillas del río Umia

Los alumnos encontraron desde restos de la defensa o la puerta de un coche hasta un mueble o la señal de un hostal

Los alumnos apartaron restos de madera del cauce. // Noé Parga

Una quincena de estudiantes del colegio salesiano de Castrelo (Cambados) retiraron ayer 30 bolsas de basura que reunieron a orillas del río Umia. Una cantidad que demuestra que aún son muchas las personas que arrojan los desperdicios al agua o al camino, sin importarles el daño ambiental que puedan provocar.

"Encontramos cosas muy diversas, desde partes de coches, como un trozo de defensa o la parte interior de una puerta, hasta zapatillas y ropa, botes de los productos químicos que se le echan al viñedo y hasta la señal publicitaria de un hostal de Barrantes", explicó el profesor que coordinó la actividad, Pablo González Chaves.

La limpieza forma parte de una actividad de la asignatura de Ciencias Aplicadas para la Actividad Profesional, que es optativa en cuarto de ESO. Uno de los aspectos principales de esta materia es la contaminación, y Pablo González quiso mostrar a sus alumnos que "no hace falta ir a la India para ver el Ganges y saber lo que es un río contaminado". De hecho, podían encontrarlo a un par de kilómetros de distancia del centro educativo.

En la desembocadura

La actividad se inició en la desembocadura del río, del lado de Cambados. Y los alumnos fueron subiendo por la senda peatonal que va hacia Barrantes. Durante la caminata, iban recogiendo todo lo que encontraban en el sendero o atrapado en los juncos. "No vimos ninguna escombrera grande como tal, pero sí que había muchos restos tirados a orillas del río de forma deliberada", prosigue el docente. A modo de ejemplo, citó la existencia de los restos de un mueble.

No obstante, para el profesor, el objeto de la salida no era solo mostrar a los jóvenes "lo que destruye el ser humano" arrojando basura a la naturaleza, sino también lo positivo. Porque los estudiantes, con su trabajo, estaban reparando ese daño. "Queremos que se den cuenta de que el ser humano puede destruir, pero también ayudar".

Ellos ayudaron retirando 30 bolsas de desechos en solo tres horas. Un resultado preocupante.

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