La Policía Local de Vilanova detuvo a última hora de la tarde del sábado a un hombre de 40 años como presunto autor de un delito de violencia de género.

Eran las siete de la tarde cuando la patrulla que estaba de guardia recibió una llamada de la central de emergencias del 112 Galicia. En ella, les indicaban que una mujer había llamado para denunciar que su pareja la había agredido. La Policía Local se desplazó al domicilio de la víctima, situado en el centro urbano, y encontró a la mujer visiblemente nerviosa.

Ésta indicó a los agentes que su pareja la había golpeado, incluso a patadas. El hombre permanecía en el salón y habría manifestado por su parte que existió una discusión y que llegó a empujar a su pareja, dos años más joven que él.

Así las cosas, la Policía Local procedió a la detención del varón. Posteriormente, se pusieron las diligencias en conocimiento de la Guardia Civil, tal y como establece el protocolo de actuación, y fue este cuerpo el que se hizo cargo de la custodia del arrestado.

Ya durante la mañana de ayer, la juez de Vilagarcía en funciones de guardia ordenó la puesta en libertad del hombre, que deberá presentarse en los próximos días en sede judicial para prestar declaración.

No ha trascendido si se le impuso orden de alejamiento.

Patrullas de un solo policía

Este nuevo caso de presunta violencia de género pone de actualidad la existencia de patrullas de la Policía Local de Vilanova formadas por un solo guardia.

En el caso de la intervención del sábado por la tarde, coincidió con que la patrulla estaba formada por dos personas, pero esa misma mañana, solo había un agente de turno. De hecho, en Vilanova es habitual que haya mañanas o tardes enteras en las que solo trabaja un policía. Esta situación ha motivado las quejas de la oposición, al considerar que se está poniendo en peligro la seguridad de los propios policías, ya que los incidentes pueden ocurrir en cualquier momento.

Hay que tener en cuenta además que los guardias municipales acostumbran a ser los primeros en llegar a las emergencias, por una simple cuestión de proximidad al punto donde se originan. Y que las incidencias que tienen que atender están provocadas en ocasiones por personas alteradas, o que están bajo los efectos del alcohol u otras drogas, por lo que su comportamiento es más impredecible y a menudo violento. En otros cuerpos de seguridad, como la Guardia Civil o la Policía Nacional las patrullas se suspenden si no haya siempre al menos dos personas.