La situación de total incertidumbre en la que se encuentra la residencia Valle Inclán de Vilanova ha generado un movimiento entre los trabajadores y familiares para alcanzar el objetivo de 2.500 firmas con el que requerir la atención de la Xunta de Galicia, a la que acusan de "dejadez y abandono" con el único fin de mantener abierta la residencia.

En la mañana de ayer, Jorge Manuel Vilán ejerció de portavoz de familiares y trabajadores, para expresar la indignación de ambos colectivos ante la orden administrativa de cierre decretada desde Santiago. "Optamos a conseguir 2.500 firmas que entregaremos en mano al presidente de la Xunta para buscar soluciones ante esta ineficacia de la administración autonómica. Nos vemos obligados porque no se aportan soluciones desde la Xunta y lo único que se busca es complicar las cosas. Nosotros queremos mantener nuestro puesto de trabajo y seguir dando un servicio de calidad porque así lo creemos y lo sentimos".

Insistió Vilán en que "vamos a seguir luchando por nuestros puestos de trabajo y por todas las personas que están aquí atendidas. La administración no cuenta con los medios suficientes como para atender a tantas personas mayores. Y ya que nosotros intentamos atender esas necesidades que ellos no pueden abarcar, solo pedimos que nos dejen trabajar".

La campaña de recogida de firmas, que cuenta con el apoyo de Gañemos Vilanova, se llevará a cabo tanto en establecimientos comerciales como puerta por puerta. VIlán subraya que "la gente de Vilanova y O Salnés no sabe realmente lo que pasa aquí. Nos sentimos totalmente desprotegidos. Aquí se da un servicio bueno y la administración no aporta soluciones. Nos falta una autorización administrativa que no nos dan. No sabemos cuales son los intereses espúreos que tiene la administración en esto, pero lo que queremos es trabajar y que nos dejen".

Con más de 100 residentes y 54 trabajadores, Elena Cores, portavoz de Gañemos quiso puntualizar que "en la moción presentada el 26 de noviembre se acordó que la Xunta tuviera una reunión con los trabajadores y los representantes de los familiares. Esa reunión no se hizo y lo único que tenemos es una contestación de la Xunta refiriéndose a que hay que cerrar la residencia por un problema administrativo y que los trabajadores no son problema de la administración".

Incluso pese a la situación de provisionalidad de la residencia, Jorge Manuel Vilán destacó que la residencia sigue teniendo altas, pese a lo que consideran un acoso por parte de la Xunta de Galicia. A este respecto señala que "todas las semanas está viniendo un inspector. Una situación que se podía solucionar con un e-mail. La administración no nos da ningún horizonte. Dicen que tenemos unas graves deficiencias. En octubre vinieron a hacer una inspección a conciencia dos inspectores. Cuatro horas y media y solo comprobaron que no teníamos cartel y que no se estaban haciendo unos planes de atención individual. Y eso todo está solucionado".

Esta situación ya ha sido llevada al Valedor do Pobo, pero ante la falta de soluciones se hará llegar a la figura de Defensor del Pueblo. Unas demandas que cuentan con el apoyo plenario de Vilanova y Cambados a la espera de sumar más adhesiones en otros concellos.