El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, daba cuenta ayer del inicio de la tramitación de una "Ley de residuos y suelos contaminados" que "fomentará la prevención y la reutilización e intensificará la lucha contra los desperdicios alimentarios y los plásticos". Es un paso al frente que aspira a situar a Galicia en una posición de liderazgo y a implicar a los gallegos en las nuevas normativas europeas.

Se trata, también, de una hoja de ruta en la que ya hay un importante camino trazado en localidades como O Grove, donde la apuesta por el reciclaje comenzaba de manera intensa hace unos años de manos del exconcejal galeguista Alfredo Bea, para afianzarse con la actual responsable municipal de Medio Ambiente, la socialista Ángeles Domínguez.

Una labor, dicho sea de paso, que se intensificó en el actual mandato con la firme implantación del compostaje, en este caso también con el inestimable respaldo de la Diputación de Pontevedra.Una planta de tratamiento propia

Baste recordar que hace meses el gobierno meco ya anunció que además de ser un referente en materia de reciclaje quiere serlo en cuanto a compostaje, por lo que empezó a barajar la posibilidad de disponer de una planta de tratamiento propia, para procesar los residuos orgánicos generados sin necesidad de sacarlos de la localidad, con el consiguiente abaratamiento de costes.

Una planta de compostaje, apostillaba el regidor grovense el pasado mes de octubre, "dimensionada para que a medio plazo todos los residuos orgánicos que genere O Grove puedan ser tratados in situ".

La idea, en colaboración con la Diputación y la asociación Amigos da Terra, a través del Proyecto Revitaliza, se complementa con la celebración de charlas informativas entre la población y el reparto de composteros individuales y colectivos para lograr la plena implantación de este sistema natural de eliminación de residuos y generación de compost.

Lo que quiere la Xunta es "incrementar progresivamente la cantidad de residuos domésticos y comerciales destinados a reutilización o reciclaje, llegando en 2020 al 50%, además de fomentar el reciclaje de residuos de envases, con el objetivo de que en el año 2025 se recicle el 65% del peso de todos los envases y el 70% en 2030".

Y O Grove, hay que insistir una vez más, es una referencia en la materia, tanto a nivel gallego como nacional, gracias a la creciente concienciación e implicación de sus ciudadanos.Economía circular

Según Núñez Feijóo, se trata de establecer un marco legal que siente las bases para la implantación de la economía circular para mejorar la gestión de los residuos en toda la cadena, tanto reduciendo la producción de residuos como ampliando su reutilización.

Una estrategia, esa de la economía circular, de la que se habló hace unos meses en Santa Cruz de Tenerife, con motivo de la XII Asamblea General de la Red Española de Ciudades por el Clima.

En aquel foro participaron representantes de 312 entidades locales, entre ayuntamientos, cabildos insulares y diputaciones provinciales integrados en esa sección de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).Domínguez y Meis

Allí estaban la concejala grovense Ángeles Domínguez y el técnico municipal de Medio Ambiente, Francisco Meis Durán, quienes se encargaron de exponer la experiencia meca con el compostaje y de dejar claro que "O Grove es un ejemplo a seguir a nivel nacional".

Tanto es así que el alcalde, José Cacabelos, considera que el meco es "el Concello de referencia en España dentro de la FEMP, a pesar de nuestro tamaño, pues estamos haciendo una apuesta de futuro en la que todos debemos implicarnos, implantando un nuevo modelo de gestión de residuos y cambiando la cultura y el sistema de recogida y tratatamiento".

Es un camino hacia la sostenibilidad en el que, como queda dicho, O Grove ya ha dado pasos importantes con el desarrollo de "proyectos exitosos sobre compostaje".Los objetivos de Feijóo

Esta estrategia tiene mucho que ver con la defendida por el presidente de la Xunta, quien aspira a reducir en un 15% los residuos producidos en 2025, frente al 10% de la ley básica estatal, "y para eso se pondrán en marcha medidas de impacto como la prohibición a partir de 2020, cuando entre en vigor la nueva ley, de la venta de platos, vasos, tazas y bandejas alimentarias desechables de plástico".

Acciones que tienen encuadre en el proyecto desplegado en O Grove con apoyo del Plan Revitaliza de la Diputación, "que es un ejemplo del camino que deberán seguir todos los ayuntamientos de la comunidad si queremos que en 2020 se cumplan los imperativos legales de la UE", explica la concejala Ángeles Domínguez.

Junto a Francisco Meis, que en el congreso antes aludido fue presentado como "coordinador de Economía Circular del Concello de O Grove", y disertó sobre "Implantación de compostaje y recogida separada", Domínguez dejó patente la necesidad de disponer en cada municipio de Galicia y del Estado de "un proyecto de compostaje individual y comunitario".Financiación estatal y sanciones

De ahí la importancia, apostilla Cacabelos, de que la FEMP siga contando con O Grove "para que continuemos liderando el grupo de Economía Circular a nivel nacional, con la finalidad que la Junta de Gobierno de la Federación apruebe las propuestas necesarias y, con la documentación elaborada, las presente al Estado en busca de líneas de financiación a disposición de los Ayuntamientos de España para alcanzar los objetivos de la UE".

En este sentido, la concejala de Medio Ambiente recuerda que "será sancionable no separar la materia orgánica en 2023, y por tanto se necesitan tiempo, recursos económicos y un plan de gestión de residuos que deberá ser implementado con antelación, de ahí la importante labor que está llevando a cabo nuestro municipio en el órgano de coordinación de las propuestas de la FEMP sobre Economía Circular".

También en la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, dirigida por Ángeles Vázquez, abundan en esta nueva ley que ahora inicia su proceso de participación y consulta para decir que en ella "se definen mecanismos con los que avanzar en cuestiones que ya forman parte de la agenda europea, como es la reducción del desperdicio alimentario y la lucha contra la contaminación generada por el plástico, culminando la adaptación a la normativa sobre las bolsas de un solo uso y prohibiendo la venta de vajilla desechable y de plástico.

Asimismo, esa nueva ley luchará contra la contaminación de los suelos, recogiendo la actualización de las actividades potencialmente contaminantes y regulando los instrumentos de evaluación y calidad, además de establecer nuevas sanciones".Cerrar el círculo

De lo que se trata, como en su momento explicó el alcalde de O Grove, es de incidir en el reciclaje, pero también de "avanzar en la reducción de residuos y cerrar el círculo desarrollando planes de eliminación de orgánicos".

Lógicamente, esto requiere de la colaboración ciudadana, de ahí que desde el gobierno meco y la Diputación se anime a los vecinos diciendo que "para compostar lo único que hay que hacer es separar bien la basura en casa, depositar los restos de comida y vegetales en una bolsa, ir al centro de compostaje comunitario más próximo y verter esa basura orgánica en su interior, dejando la bolsa de plástico depositada en la papelera situada al lado".

Un sistema también válido para deshacerse de los restos de poda, de jardín, posos de café y restos de infusiones, filtros y paños de papel sin tinta y otros muchos productos que contribuyen al compostaje de los restos orgánicos.Sin marcha atrás posible

"Ya no hay marcha atrás con el compostaje", sentencia el alcalde socialista de O Grove, convencido de que el suyo "será uno de los primeros municipios de España que cumplan con la nueva legislación en materia de residuos", la cual establece que en 2020 será obligatorio recoger y tratar el cien por ciento de los restos orgánicos de forma separada.

La ventaja del municipio meco es que ya dispone de tres composteros comunitarios instalados en el centro de la villa y prepara la colocación de otros siete, además de haber repartido unos 700 composteros individuales para que los ciudadanos les saquen partido en sus huertas o jardines.