La empresa Gropesca vuelve a la actualidad. En los años noventa fue protagonista de infinidad de denuncias vecinales, procesos judiciales y batallas políticas a causa de una actividad que no estaba permitida y le costó infinidad de precintos, órdenes de paralización e incluso expedientes de demolición. Aquel prolijo suceso en que se había convertido el enfrentamiento entre el empresario, el vecindario y el Concello de O Grove parecía dormido, pero ha despertado.

Los vecinos alertan de que en el interior de la nave, situada en Campos de San Martín, "vuelve a haber actividad", recuerdan que "tiene prohibido el procesado de mejillón, productos de pesca y derivados de acuicultura", y denuncian que "hay operarios y camiones hormigonera trabajando en la nave".

El alcalde, José Cacabelos, es conocedor de esta situación. Sabe que "hay alguna denuncia presentada" a este respecto, y por tal motivo "mandé a la Policía Local que elaborara un informe, por lo que ahora son los servicios de Urbanismo y jurídicos del Concello los que tienen que abrir expediente y ver si la empresa cumple con las condiciones de la licencia, pues si no es así se procederá a la apertura del procedimiento de infracción urbanística".

En cualquier caso el primer edil explica que la empresa Gropesca "tiene licencia para almacenaje, pero para nada más".

Es decir, que "todo lo que exceda de ese permiso y no se corresponda con las labores propias de almacén tampoco corresponde con la licencia".