Hacía años que los pescadores de la ría de Arousa no veían tanta volandeira. Un maná que, sin embargo, les ha generado un disgusto, pues ha provocado un desplome del precio mínimo del marisco.

Los principales clientes de las lonjas de Cambados y Tragove son las fábricas que transforman la volandeira y la envasan en conserva, y a falta de más de un mes para que finalice la campaña ya han manifestado que no necesitan más marisco. Esto provocó que el sector esté capturando adrede menos volandeira, y que haya tenido que pasar por el mal trago de venderla más barato. Algunos días, sale de lonja a 1,50 euros el kilo, un precio que no se recordaba en Cambados desde hace al menos dos años.

A esta situación se llegó tras la decisión de la cofradía de Rianxo de vender por debajo del precio mínimo de dos euros el kilo que habían pactado con Cambados poco antes. Ambos pósitos habían llegado a este acuerdo para evitar precisamente que el exceso de producto fuese aprovechado por los compradores para llevarlo casi regalado, pero Rianxo no aguantó el pulso, y ante la perspectiva de tener que devolver el marisco al mar levantó la barrera del precio mínimo. Primero, le bajó 20 céntimos; después, otros 50.

En Cambados asistieron estupefactos a la decisión de Rianxo, ya que era un golpe en la línea de flotación del castillo de naipes que habían intentado levantar para sobrevivir lo mejor posible hasta el 31 de marzo. Y no les quedó más remedio que hacer lo mismo y vender por debajo de los dos euros el kilo. En los últimos días se han visto cotizaciones mínimas de 1,80 y 1,50, al tiempo que se han rebajado drásticamente los topes.

Muy buena campaña

Los pescadores afirman que hacía tiempo que no se veía tanta volandeira en la ría de Arousa, hasta el extremo de que a día de hoy estiman que solo Cambados ya ha vendido unas 50 toneladas más que el invierno pasado. Unas cifras estratosféricas que si no sucede nada imprevisto podrían mantenerse el curso próximo, pues se está viendo bastante marisco que dentro de unos meses tendrá tamaño comercial.

Cambados y Rianxo son dos cofradías hermanas en muchos aspectos por sus artes de pesca y las especies que trabajan, pero aunque con la volandeira han hecho varios intentos de consensuar posturas para ser comercialmente más fuertes, rara vez han fraguado. De hecho, en su día incluso se intentó centralizar en Cambados las ventas de las dos cofradías, para de ese modo reunir a más compradores y que la competencia entre ellos derivase en un aumento de los precios. Pero al final Rianxo decidió seguir como estaba. Los barbanzanos tampoco mostraron nunca demasiado interés por las propuestas de Cambados de establecer un precio mínimo, y de hecho la campaña pasada tampoco lo aplicaron.

En noviembre pasado, ambos puertos volvieron a optar por caminos distintos, cuando Cambados decidió establecer hasta diciembre un cupo de 35 kilos por tripulante y día, mientras que Rianxo se fue hasta los 50. En el muelle del sur de la ría cree que ese exceso de kilos en las primeras semanas también le hizo daño a la campaña.