En octubre culminaba el desmantelamiento de la vieja piscifactoría de Insuíña, en el barrio grovense de Ardia, y de inmediato comenzaban las obras de construcción del Pescanova Biomarine Center, un espacio puntero a nivel internacional en materia de I+D+i aplicada al mundo de la acuicultura que está previsto poner en funcionamiento el próximo verano.

A estas alturas puede decirse que prácticamente los trabajos han alcanzado su ecuador y están ya tan avanzados que resulta más que evidente la transformación experimentada en la parcela que ocupaba Insuíña.

Se trata, cabe recordar, de una inversión de unos 4,5 millones de euros que servirá para "posicionar a Galicia en la vanguardia de la I+D mundial en acuicultura", según indican en Pescanova.

Y además la puesta en marcha de este establecimiento, en el que se espera generar una facturación anual de más de 2,1 millones de euros a partir de 2022, permitirá crear medio centenar de empleos directos.

A priori, uno de esos puestos estará ocupado por Jacobo Fernández, el que fuera director de planta en Insuíña y responsable del área de Patologías en el sector del rodaballo de esta industria. Como los demás impulsores de este proyecto está convencido de que el nuevo centro tecnológico de acuicultura será el más importante de España, en el ámbito privado, "y probablemente uno de los tres más importantes de Europa".

En Pescanova dicen haber apostado por "la mejora del cultivo de las especies actuales, como rodaballo, langostino y tilapia", pero también por la investigación de nuevas especies, "en un marco de sostenibilidad y apoyándonos en las herramientas del entorno, como la industria 4.0 -robótica, inteligencia artificial y big data- y el medio ambiente, trabajando en la eficiencia, el ahorro energético o en mejoras competitivas".