El ex técnico del Umia, Unai Bermúdez Canabal, regresaba a los campos de fútbol debutando este pasado domingo en Lampáns con el Amanecer grovense, de la mano de Ricardo Dios que lo repescaba para su regreso al fútbol de competición, tras su paso por el banco como técnico del Umia en la primera vuelta.

A sus 40 años Unai Bermúdez aportaba el domingo su experiencia desde la zaga en su posición de central. En minuto 65 saltó al campo supliendo a Bisti, para cumplir desde la defensa cuando el partido marchaba todavía con empate a cero, encuentro que el final se llevó el Amanecer en la prolongación con un gol in extremis de Augusto que desequilibró el empate que había encajado en el 85.

"Ha sido una sensación un tanto extraña sobre el campo" reconoce Unai Bermúdez en su regreso. "Entré quizás un tanto frío y las ganas me pasaron algo de factura físicamente, porque se me resintió un gemelo a los cinco minutos al poco por no haber calentado todo necesario, y con el gemelo tocado logré aguantar todo el partido".

De su nuevo equipo Unai Bermúdez entiende que "es un buen grupo, con solidez, si bien nos está costando ganar en casa, y de hecho este ante el Beluso era el segundo triunfo como local en la liga. Ricardo Dios leyó bien el partido porque el Beluso tenía mucha calidad y era preciso parapetarse algo atrás para salir en la contra, y por fin llegó el triunfo que ayudarnos a escapar de la zona baja".

Unai Bermúdez reconoce que su regreso a los campos "me está haciendo bien para desconectar, porque admito que estaba pasando un mal momento con la destitución en el Umia, algo que no me esperaba y de lo que no me gustaron las formas. Volver a la actividad física siempre ayuda a cualquiera a paliar los malos momentos en el plano anímico". "Además -agrega- el fútbol siempre ha sido y sigue siendo mi pasión, siento que aún tengo gasolina para seguir jugando".

El otrora técnico y hoy jugador del Amanecer valora su momento físico en este retorno: "la verdad, cuando volví a entrenar, primero con el Portonovo y ahora con el Amanecer, siento que estoy físicamente mejor de lo que me esperaba, y noto que puedo coger pronto ritmo. Cierto que estos regresos, después de una parada larga, siempre suponen alguna sobrecarga, mismo este semana noté ya el gemelo cargado, que no me permitió entrenar a tope, y esa sobrecarga la volví a notar en el partido. Son cosas dentro de la normalidad con este regreso a fútbol, pero en nada estaré en plenas condiciones".

Unai Bermúdez pretende aportar su grano de arena desde su posición de central, o mismo, llegado el caso, como pivote defensivo, no en vano en la pasada temporada fue el baluarte del centro de la zaga del Umia. El jugador, nacido en Elgoibar, y llegado a tierras arousanas con 11 años, pasó por las categorías base del Arosa hasta juveniles. Luego, ya como sénior, militó en el Céltiga, Ribadumia, Cambados, O Grove o el Ciudad de Santiago, amén del Umia en que militó en los últimos años.

Al final de la temporada 2017-18 colgó las botas para aceptar la oferta de dirigir al Umia. Aunque cambió el postulado táctico que había caracterizado a este equipo en las últimas temporadas para apostar más por la iniciativa desde la creación, y aun teniendo al equipo en la zona noble copando las plazas de la promoción, la directiva optó por prescindir de sus servicios en detrimento de Piscis. Sobre su futuro inmediato Unai Bermúdez apunta que "mi compromiso con el Amanecer es jugar en esta temporada, pero a mí sí me gustaría volver a entrenar la próxima temporada".